Esta podría ser una historia más del amor de una madre por su hijo. Podría ser también una historia más de
una madre luchadora por sus hijos. Esta historia, no podría ser, es una mezcla
de las otras dos, especial por las circunstancias que la rodean.
Esta historia empieza una
desgraciada noche en la que un joven, Sergio, sale a divertirse y tiene la mala
suerte de cruzarse con 4 desalmados que se ensañan con él de tal manera que lo
dejan en coma….tan culpables como los otros 8 que
omitieron el auxilio.
Por muchas vueltas que le doy no
alcanzo a entender que puede pasar por la cabeza de un individuo cuando está
agrediendo brutalmente a otro y son muchas las preguntas para las que no
encuentro respuesta ¿Perdemos el equilibrio mental? ¿Qué fuerza nos impulsa a
seguir pegando a alguien que yace inconsciente? el hecho de hacerlo en manada,
¿tendrá que ver con algún instinto animal? Cuando ya han pasado unos días, ¿Por
qué no aparece el sentimiento de culpa? ¿Dónde queda el arrepentimiento? ¿Por
qué pueden descansar tranquilos? ¿Y sus familias qué piensan?
No sé si alguna de estas
preguntas tiene respuesta o es que sencillamente los seres humanos nos podemos
clasificar entre “buenos” y “malos”, algo tan básico como eso y en ese caso,
los últimos ¿son aptos para vivir en sociedad?
También me gustaría saber qué
clase de justicia ha aplicado el juez del caso al dejarlos en libertad con
cargos, excepto a uno que está donde merece. Qué clase de abogado puede
defender algo así….sí, ya sé que todo el mundo tiene derecho a un juicio y una
defensa justa y bla bla bla….ya se ha visto recientemente que no todos somos
iguales ante la justicia, lo que de por sí ya la hace injusta. La aplicación de
esta justicia es subjetiva y seguro que la vara tiene muchas medidas.
Y recalco ¿qué clase de juez los
ha dejado en libertad? Si vuelven a hacer algo parecido ¿tendrá alguna responsabilidad?
Viendo esto, no es de extrañar
que los familiares y amigos hayan creado un grupo en Facebook. “Justicia para
Sergio” se llama. Os invito a que os unáis si aún no lo habéis hecho. Somos
muchas personas las que estamos ahí, dando apoyo a la familia y isguiendo la evolución de Sergio.
Personalmente, no he escrito nunca en él, aunque lo leo cada día. Nunca me he cuestionado si era necesario o
no estar ahí. Lo es y mucho, sólo por el calor que esa familia y esa madre en particular,
está recibiendo. Imagino que supone un gran apoyo, dentro de la enorme tristeza
que debe sentir, el saberse arropada por tal cantidad de personas. No los
conozco personalmente pero tampoco me hace falta para saber que es la
solidaridad y la empatía.
Leer a esa madre, Eva se llama,
es una lección de lucha, de coraje, de valor, de entereza….y de humildad.
Humildad porque, a pesar de todo,
su máxima preocupación es que su hijo despierte, que vuelva a casa, que estén
todos juntos…..apenas tiene palabras para esos, no sé qué palabra usar, que le
hicieron eso a su hijo. ¿Cómo actuaríamos nosotros en su situación? Yo,
realmente, no lo sé. No lo puedo ni imaginar. Creo que no también como ella.
Por eso, es una lección.
Pero hace bien, ella debe estar
centrada en lo importante, en que él despierte y que poco a poco, lentamente,
vaya recuperándose. Amigos al lado para ayudarle, no le van a faltar, no tengo
ninguna duda. Ya habrá momento para la ira.
La tarea del resto, de todos los
demás es pedir esa justicia que ellos no han tenido. Hacernos oír. No queremos
que estos actos queden impunes. Los amigos, han creado también una petición a
través de change.org
Hay ya más de 5.500 firmas, pero
aún no son suficientes. Os animo a firmarla también.
Desde mi humilde espacio, le envio mucha fuerza a la familia, mucho valor y paciencia.
Cuando tengan un momento de
debilidad, que seguro que los hay, que se sepan acompañados, aunque sea
virtualmente, por muchísimas personas que compartimos su deseo por que Sergio
despierte y ojalá eso no tarde mucho en suceder. Mensajes de ánimo de personas,
que como yo no les conocen, pero que comparten su dolor y esperanza.
Recordad: Facebook y Change.org