En la tele veo como ha sucedido
algo lo suficientemente grave para que se haya convertido en una noticia que
tiene que ocupar la atención de un montón de “periodistas”.
Leticia se ha atrevido a llegar a
Mallorca sin previo aviso y encima no ha querido posar para los fotógrafos que
se la encontraron. Si no lo me lo cuentan no lo creo, oigan….
Por lo visto esto es lo más
importante que ha sucedido estos días.
A pocos parece importarle que
debido a un “error” del rey de Marruecos un pederasta español haya sido
indultado de la condena que cumplía en ese país, haya cruzado la frontera
española y ahora se halle en paradero desconocido.
No sé qué habría pasado si esto
hubiera sucedido al revés. Seguramente hubiéramos tenido que entregar a nuestro
ministro del interior como cabeza de turco y pedir mil disculpas de mil maneras diferentes al reino vecino y si de paso cae un acuerdo de lo más desfavorable para los pesqueros españoles, pues mucho mejor. No tendriamos el perdón eterno, pero casi.
Pero aún hay otra cosa más
preocupante. ¿El rey de Marruecos firma sin preguntar todo lo que le ponen por
delante?
Deberíamos tomar nota y
la próxima vez que el rey de España visite a su buen amigo marroquí, entre los
papeles, le dé para firmar la cesión del Sahara Occidental a los ocupantes que
por historia les pertenece. De esta manera el pueblo saharaui podría volver a su
país y España habría saldado la deuda histórica que tenemos con ellos.
Tampoco parece importar que los
gobernantes del país nos estén mintiendo de manera tan descarada e
injustificada.
El paro, la economía, los paraísos
fiscales, la violencia machista (30 mujeres asesinadas en lo que va de año), las leyes que implican pérdida en las
libertades personales, las reformas laborales que favorecen al empresario y suponen pérdida de derechos para los trabajadores…..tampoco importan.
Todo esto es ajeno al gallinero
en el que se han convertido algunos programas de televisión en el que los
supuestos, presuntos o lo que sea periodistas compiten por ver quién grita más
sin importar si se entiende o no lo que están diciendo.
Y seguramente la culpa del motivo de este escrito sea mío por tener la
televisión encendida pero hay momentos en los que el cansancio mental no te da
ni para abrir ese libro que tienes a medias y que tanto te está gustando y
necesitas hacer cosas que no supongan un esfuerzo añadido.
Así que con todo esto, lo que estoy
es deseando coger unos días de descanso, llenar la maleta de libros y dedicarme
a desconectar de todo este griterío.
Un medio año muy duro y otro que se espera tienen la culpa de que esté deseando dedicarme a pasear, a hablar, a leer y en definitiva a disfrutar de esos pequeños placeres que hacen que recuerde lo maravillosa que es la vida.
Perderme por una preciosa ciudad española y callejear dejando que las paredes cuenten la historia que tienen grabada. Disfrutar de uno de los atardeceres más bonitos del mundo y coger nuevas energías.
Ya queda menos para que esto sea
posible.
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