sábado, 24 de octubre de 2009

DE PEROGRULLO

Alguien me ha preguntado por que no he opinado sobre el caso Gürtel o el caso del Palau. A estos se podrían añadir muchos más como la poca ética y la enorme falta de respeto demostrada por los Alberto al tener la gran desfachatez de reclamar daños morales, una vez probada su culpabilidad pero que, oh! sorpresa el caso ha prescrito. Al día siguiente tuvieron el acierto de retirar la demanda. O sobre el tema del pirata que mientras se debate si es menor o no de edad, sus cómplices mantienen aún secuestrada a la tripulación del pesquero...etc,etc.etc.
La respuesta es fácil y de Perogrullo. Mi opinión no puede ser diferente a la de cualquier persona con sentido común. Me da pena, rabia y impotencia. Pena por lo que se está convirtiendo el país. Rabia por que aún hay quien se piensa que somos tontos por como tratan los temas los unos y los otros e impotencia por ver que la justicia no se comporta de la misma manera con todos. Que a mayor es el delito parece que menor es la pena. Y mientras, contemplamos las noticias por la televisión o la radio viendo como las cosas se solucionan de la manera más incompetente posible.
Ahí está mi opinión. Y creo que no aporta nada más al asunto.

La misma persona se echaba las manos a la cabeza por que escribí que sería bueno que el presidente Rodríguez formara una comisión de expertos que ayudaran a reflotar la economía y entre ellos mencioné a Rodrigo Rato (lo que está a años luz de pedir que vuelva el PP como esta misma persona interpretó).
Bueno, igual ahora le da un pasmo si le digo que me gusta escuchar al ministro Rubalcaba y que, hoy por hoy, creo que es la persona con más coherencia en el gobierno. Su postura siempre es la misma, y su discurso transmite seguridad. Puedes estar de acuerdo o no con lo que diga, pero solo por la forma de decirlo te invita a prestarle atención. Debo discrepar con la opinión, muy respetable, de Solchaga donde decía que los ministros del gobierno actual son secretarias del presidente. Tengo mis seria dudas de que el ministro de Interior se preste a ese juego. Es más, el último ejemplo lo ha dado con su intervención en el caso del Alakrana.
El presidente Rodríguez debe estar, sin duda preocupado, pero no creo que lo esté suficiente por que si no pondría las medidas adecuadas, recursos no le faltan.
De la misma manera, y más próximo, reconozco que entre las filas del PSC, y de otros partidos, cuento con amigos ¿por qué? Pues de la misma manera que soy culé hasta la médula y tengo amigos del Madrid. Por encima de colores, siglas, partidos....están las personas y las escogemos por como son y no por lo que representan. ¿Soy incoherente? Bueno, habrá a quien se lo parezca. Yo prefiero decir que soy libre de mente y que por el hecho de pertenecer a un partido no significa que haya cedido mi mente, así que cuando tenga que decir que algo está mal, que nadie tenga ninguna duda de que también lo diré.
Se me hace duro, muy duro el tener que explicar que me gusta oír hablar a ciertos periodistas, políticos, etc. que no comparten ideología conmigo, sin que esto cause una cierta sorpresa en algunos círculos. Creo que es bueno escuchar y que de todo se puede aprender. A veces para tu mejorar y otras, para ver como no debes hacer las cosas.
Ante todo, soy una persona individual, lo que quiere decir que mi opinión puede ser criticable o no, rebatida o no, pero es mi pensamiento y este es mi blog, que creé precisamente para eso, para poder decir exactamente lo que yo pensaba y como no tengo una varita mágica, ni poseo ningún don especial, seguro, seguro, que muchas veces me equivoco. Lo importante es que siempre puedo defender lo que pienso y si alguna vez debo cambiar de parecer, lo hago. Eso es coherencia.

5 comentarios:

  1. El sectarismo es uno de los males de la política, el partidismo sectario ha llevado en muchos de los momentos históricos de este país a graves errores irreparables, nuestra última guerra civil estuvo llena de ellos. También, antes de la transición política y después, conllevo a errores, que solo la clase obrera a pagado, por ese motivo solo las personas libres, encuadradas o no en organizaciones políticas o de otro tipo, pueden ver en personas con conceptos diferentes la posibilidad de colaborar, eso si, siempre atentos.
    El dogmatismo y el sectarismo es el infantilismo de la política.
    Rafa Martínez.

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  2. Buena presentacion de la nueva vicepresidenta de ICV: no me caso con nadie, pienso lo que me da la gana y me represento a mi misma.

    A esto se le llama formar parte de una organización politica. Será muy divertido cuando tengas que sentarte a convencer a los tuyos de algo en lo que solo tu crees. Pero que muy divertido

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  3. Está claro que solo entiende el que quiere. Afortunadamente pertenezco a un grupo en el que existe la libertad de pensamiento. No tengas ninguna duda, de que si eres buen conversador disfrutarías mucho con nuestros debates. No siempre opinamos lo mismo, como en cualquier situación pasa (trabajo, amigos, pareja,...) y siempre, siempre, somos capaces de llegar a un buen entendimiento. Así que no te voy a negar que la situación de la que hablas se ha producido más de una vez...y las que vendrán y no solo por que sea yo la que opine de otra manera. Pero ¿sabes? de esa diversidad de opiniones salen las grandes cosas. Si todos pensaramos igual, con una persona sola que lo hiciera todo habría suficiente. En definitiva, que no nos supone ningún problema, al revés nos une más. así que por esa parte quédate tranquilo. Esa libertad debería alegrarte y por lo que tanta gente ha luchado no debería incomodarte.

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  4. Denoto en el amigo anónimo un sesgo de miedo, de miedo a la coherencia, de la diversidad de opiniones, de la defensa de una idea, de la sombra de los que no piensan igual que el jefe, esta claro que siempre habrá un tuerto que sea el rey de los ciegos, no deberían, en política, existir zares. Un saludo amigo anónimo.
    Rafa Martínez.

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  5. Interpreto que Marta ha dicho que valora más su libertad de pensamiento por encima de la disciplina de partido.
    Seguramente el anonimo que la critica no goza de esa libertad, o quizas ya le va bien estar atado a esa disciplina, que otros piensen por mí y yo me dedico a levantar la mano y asentir.

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