EL GESTO MÁS HUMANO

Que los españoles somos solidarios se ha demostrado más de una vez. Que hay muchas personas desempeñando labores de forma totalmente voluntaria, tampoco es algo que sea nuevo. De hecho en la Llagosta podemos presumir de contar con diferentes entidades que desarrollan labores benéficas, en el ámbito de las personas y en el ámbito del medio ambiente, encontrando muchas coincidencias en ambos casos, lo que demuestra que quien se siente responsable del medio ambiente también lo está por las personas, sin entrar en incompatibilidades de ningún tipo y por extraño que a alguien le pudiera parecer. Podemos presumir también de que cualquier campaña de sensibilización que se haya llevado a cabo en nuestro municipio siempre ha encontrado una respuesta masiva.
Esta misma mañana he escuchado una noticia en la radio que ha pasado un poco de refilón, quizá debido a la hora temprana, pero espero que se le haya dado más resonancia a medida que haya avanzando el día, hecho que desconozco por que durante el mismo no tengo acceso a las noticias.
El titular es que España es el país líder a nivel mundial en donaciones de órganos.
A nivel personal, y por desgracia debería decir, es un tema que me toca de cerca y por ello siento una especial sensibilidad. Tengo la convicción de que la donación de órganos es el gesto más solidario y altruista que cualquier ser humano puede realizar. En uno de los momentos más difíciles en la vida de una persona como es la pérdida de un ser querido, ese tipo de decisiones demuestran una humanidad fuera de toda duda. Cada uno es muy libre de hacer con su cuerpo lo que le venga en gana, faltaría más, pero durante estos últimos años las he tenido que escuchar de todos los colores y las razones más inverosímiles de los que están en contra de donar sus órganos. Afortunadamente los datos demuestran que estos son una minoría cada vez más pequeña. A los que están en contra siempre les hago la misma reflexión. Está muy bien que tengan sus convicciones, para estar en contra de la donación de órganos pero por esas mismas convicciones, ¿estarían dispuestos a rechazar una donación en caso de que ellos mismos o algún familiar cercano estuviera necesitado de un trasplante?...la respuesta siempre suele hacerse esperar e incluso no llega.
Por encima de cualquier duda racional o irracional y más allá de cualquier creencia religiosa, filosofía y demás hay una verdad científica irrefutable que es en lo que nos convertimos una vez hemos dejado de respirar, entonces, ¿Por qué no ayudar a otras personas que lo necesitan?
Siento si esta entrada puede herir alguna sensibilidad pero solo hay una certeza absoluta 100% de hacía donde vamos todos destinados, ¿entonces por qué no hablarlo?
Yo, cada noche agradezco y tengo un pensamiento para la persona que un día tomó la decisión de donar sus órganos. Ojalá muchos más sigamos su ejemplo y llegue un momento que se acaben las listas de espera…