SIN MIEDO, APRECIADO ANÓNIMO

En mi anterior escrito titulado “¿Nuevas ideas?”, mencionaba entre otras cosas la furgoneta de la diputación que tomó medidas sobre la calidad del aire en la Llagosta.
Un participante de esa entrada me preguntaba por que ahora no hacíamos públicos los resultados que se obtuvieron. La respuesta es tan clara como indignante. No los tenemos. Qué raro, ¿verdad?. Únicamente puedo intentar responder la pregunta de si hay algo que esconder.
Y lo puedo hacer por que a lo único que tuve acceso fue a unos resultados provisionales que llegaron antes de los definitivos.
Al ser provisionales, siempre hay que tratarlos con prudencia, pero en ellos, ciertamente, no había nada que ocultar ni que fuera causa de alarma. Tampoco se puede decir que el aire de la Llagosta es perfecto por que sería negar lo evidente e iría en contra de todas las medidas que se están tomando. Pedí una comparativa con los resultados del año pasado, para saber en que sentido nos habíamos movido, si es que lo habíamos hecho, ya que es difícil hacer un veredicto si no se tiene una referencia. Pero por otros motivos, no se llegó a realizar.
El problema de fondo, y que es general en este Consistorio, es que existe un acusado sentimiento de propiedad respecto a la información, lo que se puede malinterpretar en muchos sentidos. Tengo mi propia teoría para este hecho. Y como no tengo miedo, voy a explicarla. Cuando alguien da una información, puede causar tres efectos en quien la recibe. Que esté de acuerdo, que este en desacuerdo o simplemente que le deje indiferente. Esto, que por obvio es absurdo, puede ser la causa de que la información permanezca oculta. Hay quien no está preparado para aceptar críticas y ya no solo críticas, basta una simple propuesta que deje ver que lo que presenta se puede mejorar para ya no saber hacer frente. Muchos actos de participación ciudadana, como la elaboración de la Agenda 21 y luego ¿para qué?. No basta con invitar a los ciudadanos, entretenerlos un par de fines de semana y luego con unas palmadas en la espalda mandarlos a casa hasta la próxima. Y para dar más fe puedo decir que hablo con conocimiento de causa ya que tuve ocasión de participar como ciudadana. Hay que ir más allá y esa participación que se refleja en un documento, debe poder ser mostrada a quien lo solicite. Planteé la idea de disponer de una copia de la Agenda 21 local en la biblioteca para que todo el que tuviera interés en consultarla, pudiera tener acceso a ella. Pero el concepto de participación, bien entendido, sigue siendo abstracto para muchos
Personalmente, me produce inquietud un gobierno en el que todo es perfecto y que nunca comete errores. La perfección no se ha podido demostrar que exista y no hay nada más humano que equivocarse, se esté donde se esté, admitir los errores y por encima de todo aceptar nuevos conceptos nos hace grandes, en nuestras labores diarias y como personas. Por tanto no puedo evitar desconfiar de quien no es capaz de reconocer que no es perfecto y se niega por tanto a evolucionar. Por mi parte, si alguna vez tengo que rectificar algo, no me van a doler prendas en hacerlo. Que le vamos a hacer, soy humana.