martes, 23 de octubre de 2012

BASTA DE MANIPULACIONES

Hoy he llegado a una conclusión. La pena es haberme dado cuenta tan tarde aunque quizá si lo sabía y me resistía a aceptarlo, pero al final, las acciones son lo que cuentan y la suma de todas ellas me han llevado a la conclusión final y con ello a una cita que me viene como anillo al dedo…no hay más sordo que el que no quiere oír, ni más ciego que el que no quiere ver.

No importa el tiempo que inviertas en demostrar que algo es de una determinada manera. Por encima de argumentos, explicaciones e incluso de hechos constatables y demostrables, siempre va a prevalecer la actitud de la persona que tienes delante.

En función del grado de recepción del interlocutor, la conversación podrá ser más o menos fluida, más o menos tensa, más o menos entretenida, más o menos didáctica para ambas partes, etc etc.

¿Por qué digo esto ahora? Pues por que ya estoy cansada de justificaciones, de miradas inquisidoras, de que prevalezcan opiniones infundadas o basadas en simples rumores o comentarios sobre unos hechos demostrables y que mientras lo demuestras se gire la cabeza hacía otro lado. Al final, cada uno acabará creyendo lo que quiera, faltaría más, pero entonces que no te pregunten, que no te busquen e insistan en que digas que es cierto lo que te dicen, cuando estás demostrando que no lo es.

En la política no todo vale, así como tampoco debería valer en otros casos. Eso es algo que tengo más que claro y no creo en mentiras, demagogias o inventos raros para convertir en verdad algo que no lo es.

Me cansa y mucho que me quieran manipular, que me intenten hacer ver cosas como reales cuando no lo son, que no se tengan en cuenta otras opiniones, que se transformen las conversaciones para adaptarlas a la realidad de cada uno, los debates vacíos de contenido en un intento de apartar el debate de lo que realmente importa.

Me gusta tener toda la información, leerla y sacar yo mis propias conclusiones.

Esto último es algo que me atrevo a recomendar a todo el mundo que haga y sobretodo nadie debería manipularnos.

Y con todos los respetos, creo que a veces las redes sociales no son la fuente más fiable de transmitir información…¿quién no ha jugado de pequeño al juego de los disparates? Lo que empieza en una simple rueda acaba convirtiéndose en algo desastroso o algo maravilloso en función del transmisor.

Como fuente de esta nueva manera de sociabilizarnos, perfectas. Como herramienta de planteamiento de dudas, no creo demasiado en ellas porque nos arriesgamos a que la respuesta la pueda dar cualquier persona que tenga o no la información, basada o no en un rumor, un comentario escuchado en el super o cualquier otra cosa.

Existen medios y canales más o menos oficiales para resolver las dudas, las preguntas y demás inquietudes. Contamos también con la ventaja de que nuestro pueblo, por sus dimensiones y características, permite que fácilmente encontremos la persona a la que queremos preguntar.

Además, cualquier motivo siempre es una buena excusa para poder hablar en persona o por otro medio en un diálogo más personal y cercano, más cercano. ¿Hablamos?

miércoles, 17 de octubre de 2012

EL REGALO MÁS GRANDE

Dos personas que fueron importantísimas en mi vida se fueron dejándome una caja llena de contenidos.

Preveían que no me vendrían tiempos fáciles y por eso me prepararon semejante paquete.

Al principio no lo entendí, pero a medida que va pasando el tiempo y los acontecimientos se van sucediendo, voy haciendo uso de todo lo que la caja contiene y veo cuanto me querían esas dos personas.

El primer día saqué algo que llevaba la etiqueta de fuerza. Una fuerza que justo en esos momentos necesitaba para ser capaz, primero de afrontar su perdida y luego de plantar cara a una situación desmesuradamente injusta. Que me permite olvidar palabras pronunciadas desde la envidia y la miserabilidad (si es que esa palabra existe) fruto de un odio irracional de alguien odia y envidia a aquel que tiene lo que él desea. Que me permitió y me permite analizar las cosas con la frialdad necesaria para no dejarme llevar por sentimentalismos. Que me permite cada día ser capaz de ver lo positivo de mi vida y sentirme orgullosa de ella.

Luego saqué el valor. Un valor que me permite ser capaz de afrontar el futuro con optimismo. Que me permite ver el lado positivo, por escondido que esté, de cada situación. Un valor que me permite, porque no decirlo, mandar a la mierda a estos que han provocado esta situación.

Luego saqué la serenidad. Esa serenidad que me permite controlar las dos anteriores y sin la que hubiera entrado en un bucle de, quizá irracionabilidad.

Luego saqué la amistad. Ahí os encontré a vosotras y vosotros. Gracias por vuestra paciencia, por vuestras palmadas en el hombro, por vuestras palabras de ánimo y sobre todo por vuestro apoyo. Desde los wassaps a las cuatro de la mañana, hasta las llamadas a las doce de la noche, pasando por los bocatas en la cafetera o los momentos coca-cola. A su manera, todo suma, todo. Por esos abrazos que llegan justo cuando se necesitan y por esa habilidad de algunos de sacar la risa hasta en las situaciones más tremendas.

Os encontré a vosotros dos, a los que ya no puedo considerar solo amigos. Estáis en otro nivel. Habéis estado, estáis y estaréis en todos los momentos importantes de mi vida, desde hace ya muchos años. Sois mis protectores, de alguna manera, me aconsejáis, me mimáis y me cuidáis. Me regañáis cuando es necesario y quiero que esto siga así. Que sigáis siendo como sois y a mi lado. Junto a mis padres y hermanos, si tu también canija y ya lo sabes....

Luego saqué el regalo más grande. El más íntimo y el más personal. Algo grande y mágico. El que está por encima de todos los demás. Aglutina la fuerza, el valor, la amistad, la serenidad, la risa, apoyo incondicional y me las aporta en los momentos que a mí me flaquean. Creo en el destino y al abrir la caja, no fue lo primero que me llamó la atención y ahora no podría estar aquí sin él. Es lo que me hace ver el futuro con mayor claridad y me quita el miedo a lo que venga. Es la esperanza, la nobleza, la solidaridad,...

Pero no es sólo esto lo que contiene la caja. Tiene mucho más que me fueron dejando a lo largo de todos los años que tuve la suerte de convivir con ellos, por eso, sé que esas dos personas donde quiera que estén, estarán orgullosos, me prepararon todo eso sabiendo el buen uso que le iba a dar a todo y me dejaron el último por que si, por que ya era mi momento y para que pueda disfrutar la vida en todo su esplendor. Y lo voy a hacer. Sin dudarlo. Espero que de aquí poco, pueda ver todo esto desde la distancia y verlo como un mal sueño que nunca ocurrió.

Tengo toda la vida por delante para ello.