jueves, 31 de diciembre de 2015

MI 2015

Hoy  31 de diciembre toca hacer balance del año. Me gusta seguir algunas tradiciones y esta es una de ellas. 
Podría empezar diciendo que 2015 ha sido un año malo pero no sería justo y no lo sería por la cantidad de recuerdos buenos  que me vienen a la memoria sin esforzarme demasiado.
Ha sido el año del regreso a los campamentos saharauis después de un pequeño paréntesis,  lo que ha significado, entre otras cosas, el reencuentro con la esencia del ser humano; el año del  París por primera vez; el de la vuelta al cole a rememorar años pasados de la mano de una persona a la que quiero mucho y ella lo sabe; el de la visita al Artic sunrise, cumpliendo así un sueño que tenía desde pequeña; el año del descubrimiento de Kurt Wallander de la mano de otra persona importante para mí; el del Carnaval que “lo rompemos”; el de la verbena de San Joan en la playa descubriendo las baterías; el de las noches cantando hasta las tantas sólo porque sí, por pasarlo bien; el de la multiplicación de las sardinas en la barbacoa; el de los vermuts y mojitos estivales; el que me ha permitido conocer personas con una calidad humana increíble a partir del desastroso terremoto en Nepal; el de las cenas en la calle; el de las noches lletraferides; el del Malibú con piña; el del ascenso del Nàstic a segunda A; el del “por fin he tenido tiempo” para hacer aquel curso que tantas ganas tenía desde hace tanto tiempo y en el que tanto he aprendido; el del cambio; el de la toma de decisiones; el de las despedidas; el de la incertidumbre; el del primer aniversario….
Pero sobretodo, sobretodo ha sido bueno por ellos. Por mi FAMILIA entre la que incluyo a los AMIGOS que han estado ahí, todos ellos saben quiénes son. Pero sobretodo por los primeros. No existen aún palabras para expresar de manera plena el agradecimiento y el amor inmenso que siento por ellos. Por su afecto, su comprensión, su fuerza para poder con todo, su apoyo en los malos momentos en los regulares y en los buenos, su aceptación de mis decisiones, su acompañamiento en mi camino, sus abrazos en los momentos oportunos, sus palabras siempre de ánimo, su confianza incondicional e incuestionable en mi, los momentos de risas, las situaciones locas y divertidas….sin todo esto, todo lo demás habría sido diferente y por todo ello, mi 2015 ha sido bueno, porque es de justicia hacia ellos que sea así. Porque no podría tener mejores guías y compañeros de vida y así lo debo valorar. Es infinito lo orgullosa que me hacen sentir.
Es en los momentos duros es en los que conoces realmente a las personas y he redescubierto a una, que debajo de toda una enorme coraza, esconde una gran persona preocupada por los que le interesan. Mi agradecimiento eterno.
A mi buen amigo decirle que, por el mismo motivo, este año ha sido duro para los dos, no hemos sabido gestionarlo bien, pero yo sé que él está ahí cuando lo necesito y viceversa. En algunos momentos lo he echado de menos. Hemos necesitado mucho tiempo para nosotros y hemos usado poco para escucharnos mutuamente, pero no hay nada que una buena partida al party no pueda arreglar. Con él y con la gran mujer con la que comparte su vida y que ha estado ahí en todo este camino, siempre con una palabra de ánimo y comprensión.
El 2016 empieza con cambios. Con un adiós a algo que durante un tiempo ha formado parte de mi vida y con la bienvenida de un proyecto ilusionante, en compañía de dos mujeres excepcionales. Todo pasa por algo y el destino ha querido que coincidamos en espacio y tiempo y compartamos una inquietud que prontito veremos materializada, estamos construyendo algo que estoy segura valdrá la pena. Pero de todo esto no quiero adelantar nada ahora, ya lo haré en su momento. Prometo que será  en breve.

Para acabar dar las gracias a todas esas personas que han formado parte, de una manera u otra de mi 2015. De cada experiencia vivida me llevo algo. Todas y cada una de ellas me han ayudado a crecer.
5 minutos antes de la cuenta atrás, un recuerdo para aquellos que siempre han estado, están y estarán.

lunes, 14 de diciembre de 2015

RASD, AHORA O NUNCA

En el anterior escrito de mi blog hablaba sobre las terribles lluvias que estaban cayendo sobre los campamentos de refugiados saharauis.
Un mes y pocos días después de ese escrito y recién llegada de los campamentos, hemos podido comprobar sobre el terreno el devastador rastro que esas lluvias han dejado. Los cinco campamentos han sufrido daños irreparables. Son muchísimas familias afectadas. Unas han perdido sus casas con las pocas pertenencias que poseen y otras han perdido algunas estancias como la cocina o el baño (generalmente en construcciones separadas de la estancia principal) lo que hace que una situación ya dramática de por si se haya vuelto insostenible.
Muchas personas se han tenido que trasladar a casa de familiares que hayan corrido mejor suerte. Para las menos afortunadas, la ACNUR ha repartido tiendas de campaña. A todo esto hay que sumar las bajas temperaturas que está padeciendo el Sahara, por lo que la necesidad de mantas se hace urgente.
A pesar de toda esta desgracia hay algo que no cambia en el desierto y es la enorme hospitalidad de nuestro pueblo hermano. No pierden la sonrisa que les caracteriza y te tranquilizan con un “todo está bien” cuando la profundidad de sus ojos negros te dicen lo contrario.
Tampoco cambia la desolación, la tristeza y el vacio que se siente en la vuelta. Cinco viajes después aún no puedo acostumbrarme a esa despedida odiosa. A ese sentimiento de traición que me inunda por dejarlos allí y es que no puedo olvidar que todas esas caras anónimas para muchos, para mi tienen nombre. Son Ualda, Omar, Brahim, Tekber, Yuell, Mafut, Jadi, Abdelmate, Suma, Duba, Gela, Hussein, Isa, Magaya, Sdiga…..y todos ocupan un rinconcito en mi pensamiento.
Ahora celebran un evento importante. Veremos que cobertura internacional tiene. Del 16 al 20 de diciembre se celebra el 14 congreso general del frente Polisario. Seguramente, se tomen decisiones importantes que determinaran el futuro del pueblo saharaui.
Les invade el cansancio de la espera, el saberse relegados, el saberse en el olvido de muchos países, entre ellos España causante de su situación.
Esperan que se produzca algún cambio en su situación. Esperan que alguien de un golpe en la mesa y obligue a Marruecos a devolver lo que les quitó, su tierra, su país pero están dispuestos a hacerlo solos y no hay  argumentos que valgan para hacerles cambiar de opinión.
Señores políticos candidatos a la presidencia de España, no olviden que hay un pueblo hermano que nos necesita. Un pueblo que lleva 40 años de violación constante de los Derechos Humanos día tras día. Un pueblo viviendo en el desierto dentro del desierto. Ya basta de esta situación!!  Qué tiene que pasar para que alguien actué? Ya no es suficiente con manifestaciones, con recogidas de firmas, con protestas….con eso no les vamos a sacar del desierto.  Del gobierno del PP no podemos esperar nada pero los gobiernos de izquierdas son los que tienen la capacidad empática suficiente para poner fin a esta situación de drama humano. Hagan algo ya por favor! No podemos vivir de espaldas a esa realidad. No podemos hacer como que no está sucediendo, porque es real.
Mientras los que pueden no actúen, personas anónimas lucharemos y gritaremos la injusta situación del pueblo saharaui hasta que se nos escuche en lo más alto.
Gracias a mis compañeros de viaje por esos buenos momentos, por esas complicidades, por las risas y los llantos, gracias por ser héroes, gracias por defender la justicia.

Ahora, con Europa mirando en la misma dirección, con la sensibilidad del pueblo hacia los refugiados, con las decisiones que se tomen en el congreso….Ahora o nunca, República Árabe Saharaui Democrática