viernes, 21 de diciembre de 2012

HASTA LA VISTA (en clave de humor)

Dicen que mañana se acaba el mundo. Si no recuerdo mal, este será el tercer fin del mundo que viva...todo un logro. A lo mejor esta vez va en serio, poca broma con los Mayas.

A estas alturas, ya no me da tiempo de aprender ningún ritual para buscar la salvación, ni conozco un lugar mágico donde poder salvarme, ni siquiera sé si por aquí cerca va a aterrizar algún ovni de esos que se espera que recojan a unos cuantos privilegiados para llevarlos a otro lugar.

Realmente si supiera donde van a aterrizar los extraterrestres, creo que iría en su busca, en las noticias he visto que en un pueblecito de Francia saben que va a llegar uno, pero me pilla un poco lejos.

Así que, por si acaso esta fuera la definitiva, no encuentro mejor manera para despedirme (o si) que mediante un escrito en mi blog. Quién sabe si el apocalipsis va a afectar sólo a la vida terrestre y deja intacto el espacio cibernético, por lo que esto pasaría a los próximos pobladores de este planeta, si los hubiera o hubiese.

Puestos a pronosticar, digo yo, que podrían haber sido un poco más explícitos y decirnos a qué hora va a llegar el fin, de esta manera sabría si me puedo evitar el madrugón o por el contrario me toca levantarme pronto, como cada día.

Podría saber si me puedo ir a dormir ya o por el contrario tengo que dejar esto publicado antes.

Y como yo no tengo una bola mágica, voy a empezar ya con las despedidas. Brevemente, eso sí, porque no soy muy partidaria de ellas.

Empiezo agradeciendo a mis padres que tanto esfuerzo han puesto para que me haya convertido en la persona que soy. A todos aquellos que han hecho que mi vida sea fácil, a los que han estado a mi lado en los momentos difíciles y a los que se han alegrado con mis alegrías. Y a ti, como no.

De manera general, por si acaso, a ti, espero no encontrarte donde quiera que vayamos. Porque espero que este fin del mundo nos traslade a otro mejor donde el rencor, el odio y la mentira hayan quedado atrás.

Donde la vida no sea una utopía pero donde si exista el diálogo, el consenso y la buena voluntad de hacer cosas comunes.

Donde el hacer lo que uno cree que está bien no se convierta en una losa, por el desgaste infructuoso y el debate inerte.

Donde haya buenas escuelas en las que me enseñen todas las matemáticas que en esta vida no he sido capaz de aprender.

He sido comedida y respetuosa hasta el final, como no podía ser de otra manera pero, si de verdad creyera que el mundo iba a acabar mañana habría hecho uso, seguramente del castizo vocabulario que emplea el literato Reverte, famoso y criticado a la par que admirado, por llamar a las cosas por su nombre.

Lo más probable, y que me perdonen los Mayas, es que mañana a estas horas esté en mi casa celebrando la entrada en la estación anual que más me gusta.

Así que les veo a todos ustedes en el próximo escrito.

sábado, 15 de diciembre de 2012

NUEVA ETAPA

Una puerta entornada, que no cerrada. Otra puerta que se abre. Un nuevo giro. Un nuevo punto de inflexión. Una decisión arriesgada, valiente, tomada justo en el momento necesario y con el claro objetivo de potenciar la gestión actual de mi labor en el Ayuntamiento, dentro de un área que requiere todos los esfuerzos necesarios para el buen funcionamiento del resto de áreas y por ende para el servicio a los ciudadanos. Una decisión meditada y reflexionada, muy reflexionada, pensando en lo mejor para la mayoría. No compartida por todo el mundo, sobretodo por aquellos que juzgan sin conocer todos los motivos, sin ni siquiera molestarse en preguntar. Por aquellos que no miden las palabras, sin pensar que por encima de todo somos personas y como tales sentimos y sufrimos. Por aquellos que mienten sin más argumentos ni objetivos que provocar miedo, crear alarmismo o hacer demagogia barata, muy barata, insultando la inteligencia de muchos. Por aquellos que niegan por negar.

Pero me he puesto una coraza y cuento con el apoyo de los que me conocen bien. De aquellos que saben cómo soy y lo que puedo ser capaz de hacer a partir de ahora. Por aquellos que confían en esta decisión e incluso de aquellos que sin estar muy seguros me dan un voto de confianza.

Atrás he dejado una etapa que me ha permitido conocer gente maravillosa que ha entrado a formar parte de mi vida con letras doradas y que van a permanecer en la nueva etapa, seguro. Personas que en las últimas semanas me han demostrado su apoyo y sobretodo su cariño. Atrás han quedado momentos compartidos de sufrimiento, nervios, confidencias y risas, muchas risas. Pero vendrán más y mejores porque así lo vamos a procurar.

En medio de las dos etapas un nuevo viaje del alma. Una nueva visita a los campamentos de refugiados saharauis. Este viaje ha fortalecido la coraza protectora que visto. Aún una semana después me pregunto cómo es posible sobrevivir, porque aquello no es vivir, en un lugar donde ni siquiera crece la mala hierba. Una nueva lección de valores, de vida y una clase magistral para saber disfrutar de las pequeñas, pero importantísimas, cosas de la rutina diaria.

Por todo lo que he visto y vivido allí, junto a mi familia saharaui, no me puedo permitir la frivolidad de malgastar aquí mi tiempo en discusiones absurdas, vacías ni en peleas demagógicas. No puedo permitir mentiras que causen más incertidumbre a todos aquellos que pasan una mala situación y que bastante tienen con lo suyo. Hay gente con problemas reales y muy graves que esperan que todos trabajemos por mejorar la situación, aquí cerca y allí más lejos. Y eso es justo lo que voy a hacer.