sábado, 30 de julio de 2011

FIN DE CURSO

Por fin ha llegado el fin de este curso escolar. Julio ha pasado casi de puntillas. El hecho de que no haya hecho demasiado buen tiempo seguro que ha influido en que mi sensación de verano sea menor. A mí, que aguanto poco el calor, me ha estado perfecto y estas temperaturas me parecen ideales, tampoco me gusta la playa así que no me desagrada que no luzca demasiado el sol.
El intenso ritmo diario también hace que los días pasen sin darme cuenta. Han ayudado los finales de jornada tan increiblemente buenos que he pasado, que han servido para liberar las tensiones del día y olvidar encuentros y desencuentros. Espero, que junto con los cómplices de estas veladas, seamos capaces de encontrar otras excusas y otros lugares para las jornadas hibernales, tan interesantes como lo han sido estas.
Con el fin de julio llegan las vacaciones de verano, las tan necesitadas vacaciones de verano. Este año ha sido duro, muy duro. Mucho trabajo, muchos cambios, muchas sensaciones, muchas novedades y demasiado poco tiempo para asimilarlos.
Este agosto, de todas maneras, hay poco lugar para el descanso. Inmediatamente después de verano llega la preparación, primero de las ordenanzas fiscales y a continuación del presupuesto para 2012 y hay mucho trabajo por hacer, así que quiero aprovechar, que descanso de mi trabajo habitual durante 30 días, para dedicarme plenamente a preparar esta labor y empezar a dibujar los primeros bocetos de lo que debe ser la aprobación más importante en los próximos plenos en la Llagosta.
A pesar de todo esto, me voy a permitir un pequeño lujo y es que durante una semana, voy a hacer una escapadita a Huesca, a un pequeño pueblo oscense en el centro del Valle de Ansó, en pleno Pirineo aragonés, que me va a permitir ese contacto con la naturaleza que tanta energía me da. Unas mini vacaciones en las que poder desconectar, aplicar la teoría del vacío y volver con todos los espacios libres que pueda, para volverlos a rellenar con nuevas opciones. Un descanso que de verdad espero me sirva para relajar la mente, para la reflexión, para volver con las pilas cargadas, para analizar desde una perspectiva lejana la situación.
Después, a partir del 9 de agosto, empieza el trabajo de lo que ya expliqué antes.
Espero que todos hagamos un poco de caso al anuncio, seguro más reproducido de este verano y “tengamos un poco de sur para poder ver el norte”. Con todo lo que ello implica.
Buenas vacaciones!

lunes, 25 de julio de 2011

MIEDO

Pongo la radio y suena una canción que se titula así, “Miedo”. Caigo en que no es la primera vez que la escucho. Una vez, una amiga la colgó en mi muro de una red social. Entonces me gustó y ahora me hace reflexionar y por eso la he vuelto a colgar.
No es fácil reconocer que se tiene miedo. En realidad, pienso que el simple hecho de hacerlo constituye un acto de valentía.
El miedo, sin que llegue a ser una obsesión, forma parte de nuestra naturaleza. ¿Quién no siente o ha sentido miedo alguna vez?
Voy a confesar que yo si lo tengo y que se me ha acentuado últimamente cuando tantos cambios se han producido en mi vida.
Tengo miedo a no estar valorando suficientemente lo que tengo y que la vida se me esté escapando de entre los dedos. Por eso quiero aprovechar todas las horas posibles para hacer todo lo que me apetece, sobre todo si eso me produce bienestar.
Tengo miedo a que las personas que formáis parte de mi vida ahora, un día desaparezcáis. Y es que cuando menos te lo esperas aparecen personas que pasan a formar parte de tu día a día y te resulta difícil recodar como era tu vida sin ellas. Porque miro alrededor y me gusta lo que veo. Porque tengo interlocutores de altura (sin que esta tenga que ser necesariamente física) que consiguen mantener mi atención aunque la conversación sea sobre la cosa más absurda, lo que provoca unas risas que no tienen precio. Porque he encontrado complicidad, compañerismo, confianza, diversión, amistad, así , todo junto.
Y por ese miedo a perder a esas personas no me importa luchar y hacer lo que sea necesario, sacar tiempo de donde sea cuando alguna de ellas se siente mal y si no se puede hablar por falta de tiempo, pues se escribe, que también es una buena opción.
Tengo miedo a dejar de sentir lo que siento cuando te veo. A perder la sonrisa cuando te pienso. A no ser capaz de encontrar alguien como tú. A no estar haciendo lo suficiente y que un día me pueda arrepentir de no haberlo intentado, porque estoy segura de que el resultado sería muy positivo. Pero este miedo es irracional y difícil superar. Siento rabia de que mi cobardía no me deje ir más allá, pero no lo puedo evitar.
Tengo miedo a esta especie de locura que parece estar envolviendo el mundo y que el comportamiento inhumano sea capaz de causar la pérdida más terrible que puede existir, la de un ser querido. Porque viendo las noticias diarias, te das cuenta de que nadie está a salvo de nada y que la convivencia en el mundo se puede llegar a convertir en supervivencia.
Tengo miedo a estar ocupando pensamientos en temas banales, a estar perdiendo el tiempo en discusiones que no van a llegar a ningún lugar, a estar desviándome de aquellos principios que un día decidí aplicar. Por eso me produce ilusión la perspectiva de este año poder repetir mi viaje a los campamentos saharauis. Porque el ir allí representa el reencuentro con todos esos principios, con los valores más básicos. Al reencuentro con los amigos que allí dejé. Aquellos que tanta fuerza me dieron en su día y me permitieron ver la vida desde otro ángulo y me enseñaron a vivirla con intensidad.
Mis miedos me hacen más fuerte y forman parte de mi carácter. No me impiden ser valiente en otros muchos aspectos. No tengo miedo a mirar los problemas de frente. No me da miedo la adversidad y sobretodo no me da miedo afrontar la vida como venga. No me asustan la responsabilidad o el trabajo. No me asusta lo que me espera después del verano, algo para lo que me estoy preparando y en lo que espero aplicar todo el sentido común y obtener un buen resultado. Algo para lo que sé que no voy a estar sola porque tengo a mi lado a los mejores, en todos los sentidos y eso sirve para superar todos los miedos.

lunes, 18 de julio de 2011

PEDRO FRUTOS

Esta es una historia de valor, de coraje, de principios, de solidaridad, de humanidad, de esperanza, de virtudes y de hechos.
Es una historia real, con un nombre real, Pedro Frutos. Sé que no le va a hacer mucha gracia que escriba esto, o si, pero ya está bien de que sea él quien escriba la historia de otros a través de sus imágenes y sus relatos. Porque estoy harta de oír hablar de buenas personas, de personas que lo único que hacen es hacer lo que se supone que los seres humanos debemos hacer, convirtiendo en extraordinario lo ordinario y de que personas como él no reciban el reconocimiento que la sociedad les debe. Seguro que no lo quiere, segurísimo, pero eso no impide que de vez en cuando se le dé.
El caso de Pedro es sin duda especial. No sé si definirlo como buena persona. Lo que hace va más allá. Desde luego no es una buena persona a la usanza. Alguna vez ya he hablado de él y de su ONG K-9 de rescate canino, en otros escritos de este mismo blog pero hoy el protagonista absoluto es el.
Conocerlo es apreciarlo u odiarlo, no existen los términos medios. Algo propio de las personalidades excepcionales. Suele ocurrir que quien lo odia es porque ha probado su furia y ha tenido que oír una verdad que a lo mejor cualquier otra persona no se habría atrevido a decir, pero Pedro sí. También suele ocurrir que resulta incómodo para los apoltronados, los gorrones, los que viven en un mundo de fantasía construido a unos cuantos metros por encima del suelo. A estos los devuelve pronto a la Tierra con una sola frase.
Es un tipo sin pelos en la lengua, que llama imbécil al imbécil, que es capaz de plantar cara a cualquier incompetente internacional ya sea este el funcionario del aeropuerto del país que visite o el mismísimo presidente. Es un tipo íntegro, con unos principios y unos valores difíciles de encontrar en los tiempos que corren.
Cuando la Tierra azota y nos muestra su cara más atroz no duda en coger a sus perros y acompañado de otros miembros de la ONG, desplazarse hasta el lugar de la catástrofe para participar en el rescate de personas que hayan quedado enterradas bajo los escombros. Aún sabiendo que le puede ir la vida en ello. Aún sabiendo que muchas veces está en territorio comanche. Los gastos, la mayoría de las veces, corren de su cuenta.
Sus historias son tan reales como intensas. Igual te habla de la experiencia de cuando le apuntaron con un kalashnikov en Pakistán, le tirotearon en Indonesia, cuando encuentra personas con vida después de varios días de retirar escombros o de los días que se ha pasado en la montaña más cercana buscando a alguien que se ha perdido. Esas mismas experiencias son las que le permiten afrontar la vida mirando al frente y con la cabeza bien alta. Sin falsos escrúpulos. Y podrías estar escuchándolo durante horas. Esos viajes, el último a Haití, le han dado la cátedra en relaciones humanas, de las de verdad.
Sus ojos hoy cansados, han visto de todo y están cansados de luchar contra la dejadez, contra la individualidad, contra la pasividad, contra la hipocresía. El resto de la sociedad no nos podemos permitir el lujo de dejarle tirar la toalla. Es un luchador nato y hay que luchar a su lado para que todos esos defectos contra los que lucha no puedan vencerle. De vez en cuando recupera la fe en la especie humana y es entonces cuando vuelve el Pedro fortalecido, con ganas de comerse el mundo.
Si alguna vez tengo la desgracia de sufrir un accidente, rogaría a quien fuera que él estuviera allí. Él y su compañero fiel, su perro. Un animal al que sólo le falta hablar. Entre los dos hay química, mucha, ese feeling sólo posible entre almas gemelas y para darse cuenta de ello no hay más que verlos juntos.
Aunque las comparaciones son odiosas, ya no quiero que nadie más me vuelva a decir que soy buena persona, nunca más. Mi forma de ser no es meritoria. Yo no hago nada que no se suponga normal. La próxima vez que alguien tenga la tentación de hacerlo que piense en Pedro y en tantas personas como el que sí son excepcionales. Valoremos a los humanistas de verdad.
Desde aquí Pedro, te digo que para mí es un placer conocerte y que personas como tu hacen que el resto tengamos fe en la especie humana.
Gracias por estar siempre ahí cuando tantas y tantas personas, hoy anónimas pero mañana no sabemos, te necesitan. No te canses y no dejes triunfar a los que son simplemente mediocres. Esos no escriben la historia.

viernes, 15 de julio de 2011

NADIE DIJO QUE FUERA FÁCIL (ARTURO PÉREZ-REVERTE)

Para los lectores habituales de este blog, este artículo no será ninguna novedad. Siempre he dicho que Pérez-Reverte es un gran escritor pero en su faceta de articulista me tiene totalmente conquistada y además de tener los libros que los recopilan, los colecciono cada fin de semana. Ha habido los que me han hecho reír, otros que me han hecho reír más, otros de los que he aprendido y este que me ha hecho reflexionar. Este, es especial. Me impactó la primera vez que lo leí y sigue impactándome cada vez que lo leo, y lo he hecho tantas veces que casi podría recitarlo de memoria, pero siempre tengo la sensación de que es la primera vez. Lo he enviado a mucha gente y siempre lo he utilizado de recurso pedagógico en mis clases. Hoy lo quiero compartir aquí, porque me apetece. Espero que lo disfrutéis tanto como yo y os pueda servir de algo:

“Todo el mérito es tuyo; tienes mi palabra de honor. Quizá el botín de tan larga campaña –y lo que te queda todavía– no sea lo dorado y brillante que uno espera cuando la inicia, a los doce o trece años, con los ojos fascinados de quien se dispone a la aventura. Pero es un botín, es tuyo, es lo que hay, y es, te lo aseguro, mucho más de lo que la mayor parte de quienes te rodean obtendrán en su miserable y satisfecha vida. Tú has abordado naves más allá de Orión, recuerda. Tienes la mirada de los cien metros, esa que siempre te hará diferente hasta el final. Fuiste, vas, irás, esos cien metros más lejos que los otros; y durante la carrera, hasta que suene el disparo que le ponga fin, habrás sido tú y habrás sido libre, en vez de quedarte de rodillas, cómoda y estúpida, aguardando.
Ahora sabes que todo merece la pena. La larga travesía por ese mundo de méritos numéricos y ausencia de reconocimiento, donde te viste obligada a arrastrar contigo al niño de papá, al tonto del haba, al inútil carne de matadero, con tal de llevar a buen término el trabajo para el que te bastabas en solitario. Has crecido y sabes que las oportunidades no estaban en los otros, sino en ti. Que no había nada malo en aquella chica tímida que se llevaba libros a las horas libres de tutoría; que buscaba la mirada de los profesores inteligentes, no para hacerles la pelota, sino por sentirse cómplice y no estar sola. La jovencita que sobrecargaba la mochila con El guardián entre el centeno o El señor de los anillos, que en la excursión del cole a Madrid prefería ver el Planetario, el Prado o el Reina Sofía a dejarse la garganta en el parque de atracciones. Que se enfrentaba a la hostilidad de compañeros cretinos porque era la única que había leído las Sonatas de Valle-Inclán o sabía quién era Wilkie Collins. Ahora que miras hacia atrás con madurez, comprendes que cada vez que alguien ninguneó tu forma de ser, te insultó, te miró por encima del hombro, no hizo sino precipitar tu aprendizaje y tu lucidez. Tu certeza de ser mejor, más despierta y diferente.Mírate ahora. Qué lejos estás de tanto borrego y tanto buey. Entras en la edad adulta sin que nadie pueda imponerte una sonrisa falsa cuando el mundo y su estupidez, su envidia, su mezquindad, te hagan fruncir el ceño. Ahora tienes la certeza de que no te equivocaste, y de que la niña callada en el banco del fondo puede ser vengada por la mujer que hoy la recuerda. Sabes ya que puedes ser feliz a tu manera y no a la de otros, con tus libros, con tus películas, con tu familia, con esos amigos que no sabes cuánto tiempo van a durar y por eso aprecias tanto, con la mirada serena que ahora posas a tu alrededor, en la calle, en el trabajo, en la vida. En la muerte. Ahora sabes que la virtud, en el más hondo sentido de la palabra, está en ese aguante de tantos años, cuando cerca estuvieron de convertirte en otra. Comprendes al fin que los malos profesores son un accidente sin demasiada importancia, pues eres tú quien aprende; y la vida, incluso con sus insultos, con sus malvados, con sus tragedias, con sus reglas implacables, la que te enseña. Nadie dijo que fuera fácil.
El otro día fuiste a ver Salvador y saliste del cine asombrada, llorando. No por la película, ni por la suerte del protagonista, sino por la certeza de que los ideales de aquel muchacho ya no tienen sentido, porque ninguno los sustituye ahora, porque la gente de tu edad se divide en dos grandes grupos: una minoría de analfabetos desorientados, pasto de demagogia barata en manos de políticos sin escrúpulos, y una masa inerte cuya única aspiración es salir en Gran Hermano o ponerse hasta arriba el sábado por la noche; jóvenes con garganta y sin nada que gritar, que se irían por la pata abajo puestos en la piel de Salvador Puig Antich, o a los que, viendo El crimen de Cuenca, la sola visión del garrote vil haría cerrar los ojos con escalofríos en la nuca. Pero tus lágrimas, amiga, demuestran que tienes razón. Que no te equivocaste al amar al conde de Montecristo y al Gabriel Araceli de Galdós, al buscar el secreto genial de un soneto de Borges o Quevedo, al transitar, jugándotela, por los senderos sin carteles luminosos en los pasillos oscuros de la Historia. Al hacer de cada esfuerzo, de cada miedo, de cada desengaño, de cada ilusión y de cada libro, un martillo con el que picar los muros espesos que te rodean.
Y si algún día tienes hijos, intenta que sean como tú. Como esos tipos flacos de los que hablaba Julio César, a la manera de Casio: gente de dormir inquieto, peligrosa y viva. La que quita el sueño a los apoltronados y a los imbéciles.”

Interesante, ¿verdad? Discrepo únicamente en la última frase. Yo creo que a los apoltronados y a los imbéciles nada les quita el sueño, pero esta ya es una opinión personal mía.

Hoy estoy demasiado cansada para escribir algo propio y lo que pudiera contar no superaría ni mucho menos al maestro. Además alguien me ha recomendado hoy que cuente hasta tres para escribir, rectifico, para publicar, y a lo mejor le hago caso. Así que para acabar voy a hacerlo con un pequeño extracto de un correo que me han enviado esta semana, también para la reflexión. Es más largo y es de aquellos que imprimes y clavas en la pared. A lo mejor un día lo publique:


He après que les


oportunitats no es perden mai...


les que tu deixes escapar


les aprofita un altre.

domingo, 10 de julio de 2011

MIRADA INTERIOR

No hace tanto que escribí la última entrada de este blog y sin embargo tenía la sensación de apremio por hacerlo, como si realmente hubiera transcurrido mucho más tiempo.
Sin duda esto se debe a la intensidad de las dos últimas semanas. Ahora, en la terraza de casa, con la única compañía de la música de fondo, eso sí a poco volumen para que no me aparte de mis pensamientos, me he podido sentar y me he permitido el lujo de darme un momento para mí y volver la vista hacia el interior. Un momento de reflexión y de análisis de todo lo que ha sucedido y está sucediendo. Pensamientos para los que en los días pasados no he encontrado tiempo.
A nivel laboral el ritmo es alto. La situación requiere ponerse al día cuanto antes para buscar soluciones a lo que hay, que no es poco, y planificar el calendario de lo que está por venir. Muchas horas de dedicación, que no pesan porque se hacen con ganas e ilusión y por que voluntariamente he decidido estar aquí, a pesar de que mucha gente no lo entienda. A lo mejor es algo egoísta porque a pesar del esfuerzo, tengo la oportunidad no solo de aprender, de conocer un mundo que nada tiene que ver con lo que he vivido hasta ahora, que también, sino de conocer cantidad de personas interesantes. Muy buenos profesionales que me van guiando, de los que estoy aprendiendo y que con mucha paciencia atienden a todas mis preguntas y dudas. Además de aprender la lección que de todo se puede sacar, en este caso sobre los prejuicios, una vez más la realidad me ha llevado a enmendar una situación que hasta ahora estaba siendo injusta con alguien. Por esto los que me veis feliz tenéis razón, lo estoy y mucho, a pesar de toda la preocupación que también la hay. Y agradezco que me lo digáis porque para mí es un estímulo en los momentos en que me vengo abajo ante la dificultad de la situación que he encontrado, cuando esta se me representa como una muralla, es entonces cuando los pensamientos positivos y mi sentido de la responsabilidad me devuelven a lo más alto con más fuerza si cabe y con el objetivo claro de lo que tengo que hacer y de no defraudar a todos los que de una manera u otra han confiado ya no solo en mí, sino en un proyecto coral y porque en mi cabeza se está formando la estructura de este nuevo encargo que se me ha encomendado y el proyecto empieza a coger forma y me gusta y mucho lo que visualizo.
A nivel personal, el ritmo es igual de intenso. Hace días decidí dar un giro. Algo que creí que iba ser fácil pero que no lo está siendo. Estoy segura que lo conseguiré aunque tenga que tener amordazada a esa parte de mí que no deja de gritarme cosas que la razón no quiere oír. Quizá porque es la parte más sensata. Quizá porque es la que ve la realidad con más frialdad. Porque toda la experiencia en este caso no me ha servido de nada. Porque he incumplido todas aquellas promesas que un día me hice a mí misma. Porque he pecado de ilusa. Porque he pensado que esta vez podría ser diferente. Porque me he contagiado de la alegría de las que solo quieren que las cosas me vayan bien. Porque a pesar de mi supuesta sensatez he creído en las casualidades. Porque no me estoy comportando como realmente soy y por primera vez no estoy haciendo las cosas como creo que deben hacerse, aunque bien es verdad que las circunstancias son diferentes a todas las demás porque esta vez me importa mucho lo que puedo perder. Por eso los que me veis no tan alegre (triste es una palabra que no me gusta), también tenéis razón. Con saber que estáis ahí me basta.
Ojalá la situación fuera otra pero el destino no lo elegimos nosotros y a lo mejor en otro momento todo hubiera sido diferente, o no.
Porque llevo muchos días manteniendo el nivel de concentración a tope para que no se me escape nada de lo que estoy recibiendo, asimilando a la vez lo que me van explicando y tratando de ver cómo encaja todo en el futuro. Y ese nivel de concentración no se puede mantener 24 horas, siete días a la semana, y por ello me he obligado a desconectar. Así que dentro de ese giro me he permitido el lujo de disfrutar de pequeños momentos, de esos que te hacen recordar que en la vida hay otras muchas cosas que valen la pena y te permiten abrir la mente a otras posibilidades.
Y girando, a pesar de todo el cansancio acumulado, esta semana no me he querido perder el participar en un proyecto con el que llevaba mucho tiempo soñando. Porque los cómplices que he encontrado son fantásticos y de calidad y así ha sido como me he convertido en una “lletraferida”, una palabra preciosa de origen catalán y de la que podéis encontrar la definición en el “Diccionari afectiu de la llengua catalana”.
Un grupo de personas a los que nos une la pasión por la lectura y por la tertulia. Por eso cuando el reloj marcaba la una pasada y muchos ya se habían ido, aún sabiendo que mi despertador sonaría a las 6, estaba tan a gusto que no encontraba el momento de abandonar y cuando el remordimiento me asaltó la mente, me acordé de las palabras que me dijo mi amigo Sama una noche en el desierto sobre el encontrar tiempo para vivir y se me pasaron todos los remordimientos, con la solución claramente visible: Disfrutaré los momentos cuando se presenten y no tendré prisa por acabarlos, igual que un día decidí quitarme el reloj y no volverlo a llevar más. Ya descansaré cuando tenga tiempo y ojalá no lo tenga nunca.

viernes, 1 de julio de 2011

AHORA YA SI

Hoy se ha celebrado el Pleno en el que, entre otras cosas, se han aprobado las delegaciones a los regidores.
Para quien no lo sepa, esto quiere decir que a partir de hoy, cada miembro del equipo de gobierno tiene asignada una (o varias) concejalía/s para su gestión. Este proceso se hace mediante un decreto de alcaldía, que como su nombre indica, redacta el alcalde y donde explica en qué persona delega cada área y cuáles van a ser sus funciones.
Es algo que se ha hecho público y por tanto, seguro que la mayoría de vosotros, ya estaréis al tanto de cuál ha sido el reparto de responsabilidades.
La mía no es pequeña. Agradezco a mis compañeros, y en especial al alcalde que es al fin y al cabo la persona que firma el decreto, la confianza que han depositado en mí, al delegarme la concejalía de Economía y Hacienda. Es todo un reto que además afronto con ilusión y confianza y sobretodo valentía, porque es un área que necesita de cierta dosis de valor.
Conozco la gestión municipal de los cuatro años anteriores y eso sin duda me va a ayudar pero también estoy tranquila porque me rodea un equipo técnico de personas de elevado valor profesional y mucha capacidad y debo reconocer que algún caso ha resultado una muy grata sorpresa. Esto me da confianza para afrontar lo que se nos viene encima, que no es poco.
Toda mi vida he tenido problemas de estómago ya que los nervios se me cogen ahí y no puedo hacer nada por evitarlo. Recuerdo que mientras estudiaba lo pasaba fatal en época de exámenes. Pues bien, durante la pasada precampaña y posterior campaña, a pesar de todos los nervios que pasé, acabé contenta porque no sufrí dolores de estómago….hasta ahora. Debe ser una mezcla entre el peso de la responsabilidad y la situación que he encontrado. Algo de lo que se informará por los canales oportunos.
Otra delegación que se me ha asignado es la de Medio Ambiente. Sobre esta concejalía poco tengo que decir, porque los que seguís este blog conocéis de sobras cual es mi pensamiento al respecto, sólo que estoy encantada con ella porque me va a permitir, dentro de las posibilidades económicas, y cuando estas no lleguen se utilizará la imaginación que sin duda la hay, aportar mi granito de arena para mejorar el entorno natural y hacer la Llagosta un poco más amable con el Medio Ambiente.
Pero volviendo al Pleno de hoy, lamento que este, que ha sido el primero para algunos de los miembros del actual equipo de gobierno, haya tenido algunos momentos de elevada tensión por algunas declaraciones, a veces, salidas de tono, por parte de algún miembro del PSC.
Hemos llegado a escuchar que este nuevo equipo de gobierno desprecia, y cito textualmente, a la gente mayor….espero que haya sido un desliz desafortunado. En ese momento he pensado en mi abuela y en lo que ella hubiera dicho si hubiera escuchado que alguien decía eso de su nieta…que desprecia a la gente mayor…unas palabras sin duda fuera de contexto y que prefiero pensar que son fruto de la irreflexión y de la rabia de haber cambiado el gobierno por la oposición. Porque me cuesta creer que a estas alturas haya quien siga intentando manipular a nuestros mayores con la política del miedo, con el cuidado que te van a quitar esto o lo otro, ¿no sería acaso eso despreciar su inteligencia y su capacidad de reflexión?
No llevamos ni 20 días en el gobierno y como bien digo hasta hoy no se han aprobado las delegaciones, y se nos ha echado en cara que una entidad cultural del pueblo se halle vinculada a deportes en la web municipal…Me preocupa que haya sido un miembro del PSC el que haya hecho la observación porque puede haberla hecho por dos motivos. Uno, que hasta estos días no había mirado la web de la Llagosta después de muchos años gobernando y por eso no había visto el error, cosa que me parece muy grave, o dos porque ya sabía de la existencia de ese error y entonces la pregunta obvia sería ¿por qué no lo solucionaron mientras ellos estaban gobernando?
A partir de hoy empieza un nuevo equipo de gobierno, no tutti fruti, sino a tutti pleni a trabajar por y para el pueblo, con gente muy capaz y preparada, que durará lo que tenga que durar, aunque se ha hecho para que sean 4 años, mal que pese a muchos, a no ser, claro, que nos hayamos vuelto visionarios de golpe, por que, ¿alguien hubiera sido capaz de prever que en la anterior legislatura el laureado pacto natural entre las “izquierdas” de nuestro pueblo duraría un año y ocho meses? pues eso fue lo que duró y ahora esa izquierda llama a la pluralidad de opiniones tutti fruti, una forma de pensar muy, muy democrática que demuestra cual es su talante ante las opiniones diferentes a la propia.
Esperemos que en breve empiecen a visualizarse los cambios que sin duda están llegando.
Para ir acabando quiero hacerlo con algo muy positivo y que espero que se repita en los sucesivos plenos que se vayan celebrando y es la gran afluencia de público, vecinos de la Llagosta, que se han acercado hoy hasta la sala de Plenos para seguir el desarrollo del mismo. Algo que repito, espero que se siga manteniendo.