L'ORGULL DE SER GRANA

Vuelvo al blog y lo hago para hablar de fútbol. He dicho ya muchas veces que me gusta este deporte y por eso no me voy a volver a justificar. Y lo hago para hablar del Nàstic. Y lo hago de una manera en la que no me gustaría, pero como dijo alguien una vez, el fútbol es así. Y lo hago en calentito, recién llegada del Nou Estadi, recién vivida una nueva derrota, para que no se me olvide nada de lo que quiero decir.

Ahora mismo no es matemático pero viendo la situación y como se están dando las cosas, sería poco realista no aceptar que este año volvemos a 2B. Si no es este fin de semana, será el próximo, jugando en casa contra el Mallorca. Caprichos del destino. Mejor que sea con ellos. Ha sido un descenso fraguado a fuego lento, jornada tras jornada y por eso a lo mejor ahora duele un poco menos.

Sería un absurdo echar la culpa a la mayoría de arbitrajes que nos han hecho, que los ha habido de un descaro impresionante, pero como siempre pienso es muy fácil pitar a equipos como el Nàstic, en el que la afición no se te va a echar encima por muy mal que lo hagas.

Esa afición que pase lo que pase ahí está. No la que se subió al tren de 2A, y que conste que es tan lícita como la que viene de antes, pero esta afición, seguramente volverá a bajarse del tren y esperar otro ascenso. Ya lo estamos viendo ahora. Volvemos a las cifras de espectadores de 2B. Volvemos a ver el fútbol en familia.

Nosotros, los aficionados, también debemos hacer autocrítica. Vamos al campo, si. Estamos desilusionados, si. Tenemos pocas esperanzas de salvación, también. Pero todo eso no es excusa para que desde el pitido inicial estemos insultando a los jugadores, aunque algunos se lo merezcan, no todos. A un moribundo no lo puedes tratar a patadas porque lo acabas de matar.

Unos jugadores que a veces, algunos, no todos, hemos visto pasear por el campo, viendo pasar la pelota como si la cosa no fuera con ellos. Afortunadamente algunos de ellos ya no están. Unos jugadores que seguramente el año que viene no vestirán la camiseta grana. Buscarán otros equipos para seguir en la categoría. No les podemos culpar por ello. Los jugadores marchan y el club se queda. Unos jugadores, algunos, no todos, que al terminar el partido se han ido directamente al vestuario, o se han dirigido a saludar solo al gol de montaña. A los que animan, si, a veces. A los que siempre están. Como estamos otros muchos y que con esta actitud además de la decepción de la derrota sentimos la decepción de no recibir nada más a cambio. Un saludo desde el centro del campo, como se ha hecho siempre. Solo eso. Porque en este barco, estamos todos. Y nos hundimos todos.

También algo ha fallado en la directiva porque he perdido la cuenta de entrenadores que han pasado por el banquillo en un par de años. Un tema que también necesita reflexión y un poco de autocrítica.

No me importa bajar a 2B, bueno un poco sí, no lo voy a negar, pero me gusta el futbol, me gusta la incertidumbre de ir al campo y no saber cuál será el resultado, como en todos los partidos pero seguir a los mal llamados equipos grandes es muy fácil. Me gusta la cercanía de los jugadores, del equipo técnico, de los empleados del club…Y a estas alturas, más que el primer equipo, en quien de verdad pienso es en el Nàstic Genuine. Me gustaría saber qué pasará con ellos con el descenso del Nàstic, ¿podrán seguir jugando la liga genuine? De pensar que no es así, me pongo furiosa. Y es cuando cogería a todos los que se han paseado por el campo, a los que no  han sudado la camiseta, a los árbitros que nos han perjudicado y les pondría delante de ese grupo de chicos y chicas y les pediría que fueran ellos quienes les explicaran porque no pueden participar en su liga. Y a Tebas, si hace falta, para que cambie las normas. Porque ellos si merecen estar donde están. Porque con ellos tenemos ilusión y ganas de ir al campo.

Como la ilusión que recobraremos en la próxima temporada, en la que empezaremos un proyecto nuevo, pensando en nuevo ascenso, porque estoy segura de que volveremos. Y volveremos con la ilusión de volver a cumplir un viejo sueño  y demostrarle al mundo que aquí seguimos. Fins al final i fins a on calgui per l'orgull de ser grana.