Es raro. Todo es raro. Toda esta situación es rara. Un día estás
trabajando, pendiente de las noticias que llegan de otros países y también de dentro de España. Al día siguiente ya no puedes ir a trabajar.
Cierran colegios, extraescolares, bibliotecas…pero los niños siguen jugando en
el parque. Un día más y se cierran los comercios, excepto los esenciales, se prohíbe
ya jugar en los parques, pasear, hacer deporte, etc. Imágenes en la televisión
propias de una guerra. Gente corriendo por los supermercados, cogiendo bandejas
de comida de forma descontrolada. Miro la nevera y la despensa y pienso
que de momento, tengo de todo, pero
claro…si la cosa sigue así, seguramente para cuando lo necesite no quede de nada. Decidimos
ir a comprar algunas cosas no perecederas: algunas legumbres y algún producto
de limpieza, pero sin volvernos locos, ya que nos aseguran que no habrá
desabastecimiento. Entramos en el supermercado y vemos en vivo y en directo que
las imágenes de la TV, no solo no exageraban, si no que se quedan cortas.
Empujones, tirones, carreras por los pasillos. ¿Nos estaremos volviendo locos?
Apenas encontramos lo que buscamos, ya volveremos cuando se pase este primer
brote ¿de miedo?. Un día más y solo puede salir una persona a comprar. En
breve necesitaremos un permiso que acredite donde vamos, en caso de que nos
pare la policía en la calle y efectivamente esta nueva medida, llega a los
pocos días. ..y así 12 días ya, desde aquel 13 de marzo en el que se cerraron
los colegios y 11 desde que se proclamó el estado de alarma. Por nuestro propio
bien y porque esta situación termine pronto, decidimos cumplir las medidas a
rajatabla y nos quedamos en casa. No me he desvinculado del todo de mi trabajo.
Sigo enviando ejercicios a mis alumnos, resolviéndoles dudas, grabando vídeos con
explicaciones… y gracias a esto, que me permite mantener la cabeza un poco
alejada de las noticias. Les echo de menos. Llega un momento en que tanta información
en TV, en radio, en prensa me está volviendo loca. Demasiada información
contradictoria. Demasiados expertos sin experiencia. Demasiadas informaciones
no contrastadas. Soy autónoma. No sé cuándo podré volver a mi negocio cerrado y
no puedo con más “se dice” y “se comenta”. Por salud mental, decidimos no ver
más tertulias por un tiempo. Solo informaciones oficiales. El resto del tiempo lo
empleamos como podemos: juegos de mesa, series, películas, libros,….y en hablar.
Esto es una prueba de fuego para cualquiera. Estas situaciones sacan lo mejor y
lo peor de cada uno. Ves la verdadera
forma de ser de las personas.
Nos quedan 15 días más. Esperemos que sólo sea eso. He pasado
miedo. No me importa reconocerlo. Y aún lo tengo. No sé que pasará. No sé aún qué
medidas va a tomar el gobierno respecto a muchos temas pendientes y esa
incertidumbre va haciendo mella. Cuando todo esto acabe, empezará un nuevo reto
para todos. Me parece estar viendo una película solo que esta película es muy
real. Tan real que en estos malditos momentos, no me permite darle un fuerte
abrazo a un buen amigo que lo necesita. No me permite llorar junto a él su
perdida. Maldita situación y maldito virus.
Si, realmente todo es raro.
ResponderEliminarUna pandemia global, eso si q nos une, con normas distintas en segun q paises, eso si q nos diferencia.
No sirven las experiencias,los resultados, las necesidades de los q nos han precedido.
La salud mental tiene q imperar, pq se hace duro el distanciamiento y la falta de besos y abrazos, hemos de aceptarlo....hasta q dia?
Hemos de saber...y se ve q es muy complicado, saber si damos +
Un abrazo Marta...sigue escribiendo q lo haces muy bien