domingo, 17 de octubre de 2010

ESPECIE EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

La situación es real y la cuenta hoy el periódico. Ocurre en el transcurso de un partido de futbol entre los alevines del Málaga y un equipo rival.
Suena un pitido, el juego se para y uno de los jugadores coge la pelota con las manos. Hasta aquí todo normal si no fuera porque el árbitro del partido se va hacía el jugador que ha cogido el balón y le señala penalti. Nadie entiende nada, hacía un momento todos habían oído como el árbitro había parado el juego. Después de hablarlo, llegan a la conclusión de que algún espectador graciosillo del campo ha utilizado un silbato para despistar a los jugadores. Pero el árbitro no está dispuesto a rectificar y sigue con su decisión de pitar penalti.
El jugador del Málaga encargado de chutar el penalti, lo falla. No es algo casual. Ha sido fallado expresamente. Imagino que se pueden haber dado dos situaciones.
La primera es que el entrenador le haya dicho al chaval que lo fallara. Si es este el caso, deberíamos conocer el nombre de este entrenador que además de enseñar a los chavales a jugar al futbol les enseña algo que les hará crecer como personas y no les permite sacar rendimiento de las injusticias. Algo que luego podrán aplicar en cualquier ámbito de su vida. Una lección que deberían aprender muchos de los padres que ven a sus hijos desde las gradas y les recriminan su falta de agresividad entre otras cosas.
Lo segundo que se me ocurre es que el fallarlo lo haya decidido el chaval por sí sólo. Esta situación se me antoja más solidaria e increíble ya que el tipo de sociedad en que los chicos están creciendo les enseña todo lo contrario, aprovecharse todo lo que puedan de todo aquello que vaya en su propio beneficio sin considerar a quien pueden estar perjudicando. Así luego encontramos a los trepas en las empresas, a los chivatos y aquellos que están dispuestos a vender a su madre por un poco de atención del jefe.
Por eso el gesto del chaval de fallar el penalti lo convierte en una especia rara. En un ser que deberíamos conservar en una urna para que la propia sociedad no lo eche a perder, porque a base de hostias que le vayan dando los colegas, la novia, etc cambiará y se volverá tan trepa como el resto que le rodea. Ojalá sea fuerte y sepa mantenerse en su sitio durante toda la vida. Gente así es necesaria.
Gente no como la que propone el President Montilla. Ahora propone premiar a aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan (los conocidos como generación ni-ni), dándoles una paga igual al salario mínimo durante un máximo de 9 meses. Una idea genial, imagino que los padres estarán encantados de no tener que cargar durante un tiempo con los gastos de sus retoños. Me gustaría saber que opinan aquellos jóvenes que además de estudiar trabajan para poder costearse sus estudios o aquellos padres que hacen doble esfuerzo para poder pagar los estudios de sus hijos. Menudo ejemplo estamos dando. Parece la leyenda de la cigala y la hormiga y de momento gana la primera que mira a la hormiga con sonrisa socarrona, mientras se mete su paga en el bolsillo por no hacer nada.
A estos ni-ni los pondría debajo de los palos, a parar los penaltis del chaval del Málaga.

1 comentario:

  1. Un diez para el entrenador del Málaga por transmitir valores a los chavales. Espero que proliferen entrenadores y jugadores como estos y que la vida no los aparte de la virtud, y sobre todo un diez para tí por expresar con esa corrección y respeto una acción recriminable del Sr. Montilla.
    A los ni-ni, bajo los palos, pero ¿ y a los que los fomentan por un puñado de votos?

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