LA FORTUNA DE QUE TE TOQUE

Puedes tener la fortuna de que un día te toque el premio gordo de alguna lotería y ese dinero te sirva para hacerte la vida más “cómoda”, para comprarte un buen coche, una casa mejor, para viajar,.. Pero si en esa vida no tienes algo más, ese dinero no te va a dar nada más que eso…
Personalmente, nunca me ha tocado ningún premio económico, aunque difícilmente puede ocurrir si no juego, salvo algún número por Navidad y alguna quiniela que hacemos en familia esporádicamente (sin contar las porras futboleras que no te sacan de pobre).
Pero la lotería te puede tocar de muchas maneras y no tiene por qué se únicamente en forma de dinero. A mí me ha tocado en forma de amistad y no por número, que es reducido, sino por calidad.
Si hubiera una lista Forbes que midiera la calidad de los amigos, no tengo duda de que mi lista estaría de los primeros puestos y difícilmente podría ser superada.
No es la primera vez que hablo de ell@s en este blog por que constantemente me dan motivos para sentirme orgullosa, pero anoche, una vez más me demostraron lo que son, geniales. Lo fácil que es pasar un buen rato simplemente cenando. Además, tuve el gusto de conocer en persona, al compañero de una de ellas, Xavi, y nos habían hablado tanto al uno del otro y viceversa que fue todo de lo más natural, como si nos conociéramos de hace mucho tiempo... y no defraudó en absoluto la imagen que me había formado de él. Un tipo fantástico y no podía ser de otra manera si está al lado de esa genial sevillana.
Mis amigas, comparten y sufren conmigo mi dedicación a la política, que ha pasado a formar parte, aunque sea a través de mi experiencia, de la vida de cada una de ellas. Y están tranquilas, porque saben, que en ese otro círculo personal, y contrariamente a la fama que le precede, la política ha puesto personas increíbles en mi vida. Compañeros, amigos, en los que tengo una confianza absoluta, algo que no se le puede dar a cualquiera. No podría escoger a uno, sin quedarme con el resto y todos y cada uno juegan un importante papel. Y por todos y cada uno es por lo que en los momentos de debilidad, que los hay, vale la pena pasar por esto y hacen que el trabajo duro, sea menos duro. Más de cuatro años de trabajo intenso, codo con codo, dan para conocerse y mucho y saber que sólo tienes que descolgar el teléfono para encontrar a alguien al otro lado, da mucha, mucha tranquilidad. Que están haciendo que mi experiencia esté siendo de lo más enriquecedora y porque para mí es un orgullo ver la evolución in crescendo de aquellos con los que tuve el privilegio de dar mis primeros pasos en este mundillo y de los que aprendo cada día más.
Pero hoy, y ya que hablo de amistad, no puedo dejar escapar la ocasión de hablar de quien se ha convertido en alguien importante en mi vida, sería injusto no mencionarla y es que, a veces el destino te depara sorpresas y de golpe pone personas en tu vida, personas que se han cruzado constantemente en tu camino a lo largo de la vida, pero que un día empiezan a caminar a tu lado.
Un persona a la que quiero agradecer que desde hace unos meses, que parecen años, siempre está ahí. Con la que comparto gustos, opiniones, complicidad, locuras, cantos, bailes,…Que constantemente está pendiente de lo que me ocurre y es una gran detallista. Que sufre de verdad cuando me ve preocupada, que está feliz cuando me ve feliz, que cuenta conmigo para compartir sus inquietudes y que me hace partícipe de sus alegrías. Que nuestros miedos son compartidos y nuestras alegrías celebradas mutuamente. Y no ha venido sola, lo ha hecho con una familia maravillosa, tanto como ella. En sólo cuestión de meses, que repito parecen años, ha conseguido conocerme tan a fondo que a veces hasta me sorprende.
La lotería de Navidad no me tocará el 22 de diciembre, porque me tocó el premio gordo el 22 de mayo, cuando el destino puso a caminar a mi lado a una de las personas más increíbles que alguien puede conocer, por su calidad humana, su sensibilidad y por todos los valores que tiene. Gracias Virginia por ser como eres y por haber venido para quedarte. El resto, ya lo sabes.