Un club secreto formado por las personas más ricas e influyentes del mundo. Reuniones secretas (hasta hace poco) donde aparentemente se decide el futuro de los países. Esto que bien podría tratarse del argumento de una obra de Dan Brown, es pura realidad. Se trata del ya famoso Club Bilderberg, nuevamente en boca de todos por estar celebrando uno de sus encuentros esta semana en un hotel de Sitges. Reconozco que empecé a leer el libro que lleva el nombre de este más que selecto club, un pobre rico nunca formará parte de él, se debe ser riquísimo, pero lo dejé porque lo que en el se cuenta me parece tan increíble y tremendo que de ser verdad prefiero seguir en la ignorancia. Allí reunidos han recibido la visita de Jetape, digo Zetape, no sé en qué estaría yo pensando. Les ha intentado explicar lo maravillosamente bien que estamos en España y lo apuntito que estamos de salir, por vigésima vez, de la crisis. ¿Crisis? Desde entonces andan como locos buscando un diccionario de la RAE para ver qué diantres significa esa palabra nueva en su vocabulario. Evidentemente el presidente Rodríguez no ha sabido explicárselo, ni tampoco ninguno de sus ministros enfrascados en temas muchíiiisimo más importantes que intentar aportar soluciones coherentes.
Una que si no dejo fumar en locales públicos salvo los adaptados. Ahora que si me lo he pensado mejor y ya no dejo fumar en ningún sitio y no me preocupan los que se han gastado una pasta gansa en adaptar sus negocios por que a estas alturas ya han tenido tiempo de recuperar la inversión, como si la crisis no les hubiera afectado a ellos. Mañana…mañana ya veremos que se me ocurre y dicho esto se retira dando saltitos, divina de la muerte y encantada de haberse conocido. Otra, defendiendo España como una leona, demostrando al mundo lo fiero que es nuestro ejército y por eso en la celebración del Corpus Christi mariconadas las justas, que no suene el himno nacional ni se muestre la bandera, no sea caso que a algún lerdo se le ocurra relacionar ejército con religión, porque eso es algo que nos desprestigiaría muchísimo. Hay que tener mucho hocico para seguir negando la realidad de la misión de nuestras tropas en el extranjero. Otra, velando por la salud mental de las mujeres del futuro recomienda que no les leamos a las niñas cuentos como Blancanieves y Cenicienta por ser altamente sexistas, y así hemos salido nosotras. Así es que lo mejor es que imitemos tiempos pasados y quememos estos cuentos y otros que tengamos en casa susceptibles de herir ciertas sensibilidades, para que las mujeres en potencia no se echen a perder antes de tiempo. Otro al que le faltan dedos para contar sus fincas, todas eso sí heredadas, no vayamos a pensar mal. Y los del otro lado, esos van por libre, a su rollo viviendo una realidad paralela. Y estos y todos sus compañeros son los que nos tienen que sacar al resto de la maldita crisis que parece no tener fin. Ellos que la ven a miles de millones de km de altura por que desde sus posiciones jamás sabrán lo que es necesitar trabajar para poder vivir, jamás sabrán lo que es hacer cuentas para llegar a fin de mes, jamás sabrán lo que es negar algo a un hijo por no tener dinero para dárselo. Mientras no traten de imaginar cómo sería su vida sin sus coches oficiales, sin sus chóferes, sin sus asistentes personales, sin sus mansiones y sin sus enormes cuentas corrientes, no serán capaces de hacerse una idea de lo difícil en que se ha convertido vivir para el pueblo llano. Mientras no dejen de ver a España como su cortijo donde pueden hacer y deshacer a su antojo. Hasta las narices debe estar Felipe González para hacer los comentarios que sobre el presidente Rodriguez hace públicamente. Mientras el actual presidente dice que rectificar es de sabios, Felipe le recuerda que hacerlo cada día es de necios. Eso por culpa de todas las idas y venidas, de todas las decisiones de ida y vuelta y de todos los donde dije digo, digo Diego que decisiones precipitadas y pocos meditadas están haciendo que nos volvamos locos. A menudo se habla de Gobierno y responsabilidad como una única cosa, pero el gobierno no es un estado que lleve implícita la responsabilidad, aunque se le debería suponer, no necesariamente deben ir de la mano, como se está demostrando. Todo esto coincide con la presidencia española de la UE y nos hemos cubierto de gloria. Para variar.
Por el momento la reunión del dichoso club con el que empezaba el escrito se ha llevado 600.000€ sólo en seguridad, dinero que sale de nuestros impuestos. No quiero imaginar lo que sumarán transporte, comida y alojamiento.
A ver cuando despertamos y salimos de la hipnosis mediática en la que nos intentan sumergir distrayendo nuestra atención con los personajes más inverosímiles y las situaciones más surrealistas, con realitis donde las condiciones de vida son de lo más precarias. Como si la vida que estamos llevando no fuera ya lo bastante dura.
Una que si no dejo fumar en locales públicos salvo los adaptados. Ahora que si me lo he pensado mejor y ya no dejo fumar en ningún sitio y no me preocupan los que se han gastado una pasta gansa en adaptar sus negocios por que a estas alturas ya han tenido tiempo de recuperar la inversión, como si la crisis no les hubiera afectado a ellos. Mañana…mañana ya veremos que se me ocurre y dicho esto se retira dando saltitos, divina de la muerte y encantada de haberse conocido. Otra, defendiendo España como una leona, demostrando al mundo lo fiero que es nuestro ejército y por eso en la celebración del Corpus Christi mariconadas las justas, que no suene el himno nacional ni se muestre la bandera, no sea caso que a algún lerdo se le ocurra relacionar ejército con religión, porque eso es algo que nos desprestigiaría muchísimo. Hay que tener mucho hocico para seguir negando la realidad de la misión de nuestras tropas en el extranjero. Otra, velando por la salud mental de las mujeres del futuro recomienda que no les leamos a las niñas cuentos como Blancanieves y Cenicienta por ser altamente sexistas, y así hemos salido nosotras. Así es que lo mejor es que imitemos tiempos pasados y quememos estos cuentos y otros que tengamos en casa susceptibles de herir ciertas sensibilidades, para que las mujeres en potencia no se echen a perder antes de tiempo. Otro al que le faltan dedos para contar sus fincas, todas eso sí heredadas, no vayamos a pensar mal. Y los del otro lado, esos van por libre, a su rollo viviendo una realidad paralela. Y estos y todos sus compañeros son los que nos tienen que sacar al resto de la maldita crisis que parece no tener fin. Ellos que la ven a miles de millones de km de altura por que desde sus posiciones jamás sabrán lo que es necesitar trabajar para poder vivir, jamás sabrán lo que es hacer cuentas para llegar a fin de mes, jamás sabrán lo que es negar algo a un hijo por no tener dinero para dárselo. Mientras no traten de imaginar cómo sería su vida sin sus coches oficiales, sin sus chóferes, sin sus asistentes personales, sin sus mansiones y sin sus enormes cuentas corrientes, no serán capaces de hacerse una idea de lo difícil en que se ha convertido vivir para el pueblo llano. Mientras no dejen de ver a España como su cortijo donde pueden hacer y deshacer a su antojo. Hasta las narices debe estar Felipe González para hacer los comentarios que sobre el presidente Rodriguez hace públicamente. Mientras el actual presidente dice que rectificar es de sabios, Felipe le recuerda que hacerlo cada día es de necios. Eso por culpa de todas las idas y venidas, de todas las decisiones de ida y vuelta y de todos los donde dije digo, digo Diego que decisiones precipitadas y pocos meditadas están haciendo que nos volvamos locos. A menudo se habla de Gobierno y responsabilidad como una única cosa, pero el gobierno no es un estado que lleve implícita la responsabilidad, aunque se le debería suponer, no necesariamente deben ir de la mano, como se está demostrando. Todo esto coincide con la presidencia española de la UE y nos hemos cubierto de gloria. Para variar.
Por el momento la reunión del dichoso club con el que empezaba el escrito se ha llevado 600.000€ sólo en seguridad, dinero que sale de nuestros impuestos. No quiero imaginar lo que sumarán transporte, comida y alojamiento.
A ver cuando despertamos y salimos de la hipnosis mediática en la que nos intentan sumergir distrayendo nuestra atención con los personajes más inverosímiles y las situaciones más surrealistas, con realitis donde las condiciones de vida son de lo más precarias. Como si la vida que estamos llevando no fuera ya lo bastante dura.
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