Cuesta escribir de cosas cotidianas cuando en las noticias acabamos de ver como la Tierra ha vuelto a mostrar su furia de la peor manera posible. Produce escalofríos ver la manera de temblar el suelo y el avance de la ola arrasando a su paso todo lo que encuentra, ante la mirada impotente del mundo. Japón, un país acostumbrado a los terremotos. Si esto mismo hubiera pasado en cualquier otro país, sin duda estaríamos lamentando más perdidas. Espero que sean capaces de recobrar la normalidad lo más pronto posible. Como conclusión, deseo pensar que todos aquellos que tienen en su mano el tomar medidas empiecen a pensar que la cosa puede ir en serio. Demasiadas veces está sonando la campana.
Pero aquí la vida sigue y aunque cueste, nuestra rutina no varía. Llevo unos días viendo girar mi vida como si estuviera montada en una noria. A veces arriba y a veces abajo. Una situación que se lleva bien teniendo al lado los mejores amig@s que una persona puede tener. Esta semana he tomado una decisión importante, de esas que cuestan. Me he dejado convencer por aquellas locas de las que escribía la semana pasada. Espero no tener que lamentar las consecuencias. No ha supuesto un punto de inflexión, pero casi, en mi manera de ver una determinada situación personal, aunque la decisión varia cada dos horas, más o menos, dependiendo de mi estado de ánimo. La conclusión es que voy a disfrutar de cada momento en busca de mi felicidad.
Por otro lado, también esta semana he sido capaz de escuchar las palabras de alguien, que en el pasado me importó, desde la lejanía sin llegar a identificar a la persona que un día creí conocer. Por diversos motivos, esa persona, me ha decepcionado y entiendo que no ha sabido, o no ha querido que también es una opción, estar a la altura de las circunstancias y que no me merece la pena luchar por una amistad de un solo sentido. La pena es haber estado ciega tanto tiempo y los esfuerzos y pensamientos invertidos en esa causa. Los lamento de verdad y ojalá pudiera dar marcha atrás, pero de todo se aprende. Yo no entendería la amistad de una persona que estuviera 100% de acuerdo con todos mis pensamientos e ideas. No me aportaría nada. La conclusión es que se me ha caído definitivamente la venda de los ojos.
Por otro lado, celebro el haber podido compartir más de dos horas de larga conversación con alguien de pensamiento político de color diferente al mío. Una conversación gratificante que me demuestra que el problema lo tienen otros. La conclusión es que no es lo común huir de ideas contrarias a la tuya, aunque otros llamen a esto incoherencia.
Pero aquí la vida sigue y aunque cueste, nuestra rutina no varía. Llevo unos días viendo girar mi vida como si estuviera montada en una noria. A veces arriba y a veces abajo. Una situación que se lleva bien teniendo al lado los mejores amig@s que una persona puede tener. Esta semana he tomado una decisión importante, de esas que cuestan. Me he dejado convencer por aquellas locas de las que escribía la semana pasada. Espero no tener que lamentar las consecuencias. No ha supuesto un punto de inflexión, pero casi, en mi manera de ver una determinada situación personal, aunque la decisión varia cada dos horas, más o menos, dependiendo de mi estado de ánimo. La conclusión es que voy a disfrutar de cada momento en busca de mi felicidad.
Por otro lado, también esta semana he sido capaz de escuchar las palabras de alguien, que en el pasado me importó, desde la lejanía sin llegar a identificar a la persona que un día creí conocer. Por diversos motivos, esa persona, me ha decepcionado y entiendo que no ha sabido, o no ha querido que también es una opción, estar a la altura de las circunstancias y que no me merece la pena luchar por una amistad de un solo sentido. La pena es haber estado ciega tanto tiempo y los esfuerzos y pensamientos invertidos en esa causa. Los lamento de verdad y ojalá pudiera dar marcha atrás, pero de todo se aprende. Yo no entendería la amistad de una persona que estuviera 100% de acuerdo con todos mis pensamientos e ideas. No me aportaría nada. La conclusión es que se me ha caído definitivamente la venda de los ojos.
Por otro lado, celebro el haber podido compartir más de dos horas de larga conversación con alguien de pensamiento político de color diferente al mío. Una conversación gratificante que me demuestra que el problema lo tienen otros. La conclusión es que no es lo común huir de ideas contrarias a la tuya, aunque otros llamen a esto incoherencia.
Casi por último, hoy sábado, después de muchos nervios, respirando hondo y contando hasta tres para no aportar más y ser capaz de mantener la calma, se ha visto el resultado de lo que han sido muchas horas de trabajo y preparación. De algo que sin duda dará que hablar. La conclusión es que el éxito no será cuando se conozca, el éxito ya es el que hayamos sido capaces de hacerlo.
Y ya para finalizar voy a reproducir la frase de un compañero de trabajo, muy acostumbrado a la disciplina de las artes marciales, que hace ya unos días colgué en facebook, y que a modo de conclusión me parece estupenda por que resume muy bien unas cuantas cosas. Para la reflexión:
"Sólo los buenos sentimientos pueden unirnos, el interés jamás ha forjado uniones duraderas".
Y ya para finalizar voy a reproducir la frase de un compañero de trabajo, muy acostumbrado a la disciplina de las artes marciales, que hace ya unos días colgué en facebook, y que a modo de conclusión me parece estupenda por que resume muy bien unas cuantas cosas. Para la reflexión:
"Sólo los buenos sentimientos pueden unirnos, el interés jamás ha forjado uniones duraderas".
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