jueves, 28 de abril de 2011

CANDELA HACE DOS DÍAS

Que tu madre nos dijo que la familia iba a aumentar. Hace dos días que nos estábamos acostumbrando a tu nombre. Hace dos días mirábamos atontados tu cara en la ecografía. Hace dos días que sin darnos cuenta han pasado ya dos años.
Parece mentira lo que evolucionas cada día. Lo mucho que nos sorprendes. Ya es posible mantener una “conversación” contigo. Ya contestas a todo en ese idioma raro y único de los bebes, que sólo hemos podido entender después de que nos hayas enseñado a interpretarlo. Intentas utilizar un vocabulario que aún te viene grande pero nos encanta que lo hagas. Nos encanta que utilices expresiones que aún no son propias de tu edad pero que has oído por ahí y las repites sin más y además aciertas la ocasión. Y a mi particularmente y a tu padre y a mi hermano y a muchos nos encanta que ya identifiques el himno del Barça y seas capaz de acabar las estrofas.
Tienes duende, ese halo mágico destinado sólo a unos pocos y no es porque te lo diga yo, es que es realidad. Si fueras fea, te querría igual, pero no lo eres. Si fueras antipática, te querría igual, pero no lo eres. Si fueras más guapa o más simpática, no podría quererte más. Tienes carácter, y me gusta, seguro que te ayuda a sobrevivir en la sociedad que te espera. Una sociedad que espero que haya evolucionado hacía la solidaridad, la tolerancia, la igualdad, la ecología, el respeto…para cuando te toque incorporarte a ella por tus propios medios. Algunos estamos trabajando para que sea eso lo que encuentres y no otra cosa.
Y yo que estaba triste porque me estoy perdiendo muchos momentos contigo y pensaba que estabas creciendo y yo me iba a convertir en una extraña para ti, en alguien que ves diez minutos, una vez a la semana, en el mejor de los casos. Esa pesada que te da un achuchón cada vez que puede y te pide besos constantemente, a los que sueles responder casi siempre…aunque sean de gnomo.
Y casualidades de la vida un boletín de ICV-EUiA me devolvió la esperanza. Al verlo en casa de tu abuela, mientras no querías merendar, empezaste a gritar mi nombre señalando mi foto. Luego te lo llevaste a tu casa para enseñárselo a todo el mundo. Si, definitivamente me conoces, así que no lo estamos haciendo tan mal. Y cuando esa misma noche llamé a tu madre para que me lo contara, no me lo podía creer. Conseguiste que se me saltaran las lágrimas. Me tienes robada el alma y lo peor de todo es que lo sabes.
El tema de la comida, es una asignatura que tenemos pendiente. No se lo estás poniendo nada fácil a mami, pero confiamos en que esa obstinada actitud tuya hacia la comida cambie y te des cuenta de que es por tu bien. Algo tenías que tener, si no serías perfecta y la perfección no existe.
Tengo que agradecer a tus papis que hace poco confiaran en mí para que pasaras unas cuantas horas conmigo. Necesitaban alguien que te cuidara un rato y yo feliz de que me lo propusieran.
Pero en vez de llevarte al parque, ¿sabes a donde te llevé? A una conferencia sobre el papel de la mujer en la II República…algo muy adecuado para una niña de casi dos años. A tu favor debo decir que te portaste genial. Nos sentamos las dos en el suelo y estuviste todo el rato que duró la charla jugando con unas pegatinas que te había comprado un rato antes. Ni se te escuchó. Tu madre me dice, que si pasas mucho tiempo conmigo de mayor vas a ser republicana y ecologista. Eso estaría bien. A mi desde luego se me quedaron ganas de volverlo a repetir, no lo de la conferencia, que también, sino lo de pasar más tiempo contigo. Esta vez te llevaría a una conferencia sobre el cambio climático...
Candela, gracias por todas las alegrías, las sonrisas, los buenos momentos, las lágrimas, las canciones y los bailes que en estos dos años has aportado a mi vida y puedo afirmar sin miedo a equivocarme, a la de todos los que te rodean. Ayer por la tarde me dijiste, por primera vez que me querías, un momento para guardar en el alma.
Además tienes suerte por tener la familia que tienes, pendientes de ti y que sufren contigo y por ti, pero de eso ya te darás cuenta cuando seas más mayor. De momento preocúpate sólo de seguir creciendo y sobre todo de seguir teniendo paciencia para que nosotros podamos ir aprendiendo contigo. Dos años han sido suficientes para que te hayas convertido en la niña de los ojos de todos nosotros. Feliz segundo aniversario canija!

No hay comentarios:

Publicar un comentario