miércoles, 11 de mayo de 2011

TRISTE ANIVERSARIO

Este es de mis escritos más difíciles pero te lo debo. Te gustaba que te los leyera todos, aunque no entendieras de lo que estaba hablando, ni falta que te hacía. Seguro que lo van a leer muchas personas, pero no me importa. No me avergüenza que todo el mundo se entere que te sigo queriendo igual que antes. Que 365 días no han sido suficientes para mitigar el dolor de tu partida. Porque aún recuerdo mis dedos enredados en tus rizos y lo que protestabas cuando te lo hacía, aunque en el fondo te encantaba. Tu olor. Tu voz. Sobre todo tu cariño. Echo de menos el abrazarte cada noche antes de irme a casa, fuera la hora que fuera para que no te quedaras esperándolo, el gastarte esas bromas que tan bien aceptabas, el ayudarte a vestirte, el llevarte a pasear, el que siempre estuvieras dispuesta a ir a donde te pidiera que me acompañaras...
Pocas cosas parece que han pasado pero volviendo la vista atrás y haciendo memoria no puedo decir lo mismo. Después de negarme a creer que la vida te hubiera arrancado de mis manos de esa manera tan cruel. Después de perder las ganas, la ilusión, de enfadarme con el mundo, de acostumbrarme a vivir sin tu presencia y darme cuenta de que mientras yo te recordara seguirías conmigo, pude superarlo. Creo que si siguieras aquí, seguirías sintiéndote orgullosa de mí. Y de todos. Desde el más mayor, que es el que más te añora, hasta la más pequeña, Candela, que no hay día que no pregunte por la llalla. Eso habla de tu grandeza y de tu calidad humana y de cómo tu manera de ser dejó una honda huella en cada uno de los que te conocimos y tuvimos la suerte de poder disfrutarte.
Te gustará saber que soy feliz. Es verdad que la felicidad es una utopía y aunque no pueda existir como un todo, si puede hacerlo como la suma de muchos momentos. Afortunadamente, el resultado de sumar mis momentos felices, supera la suma de los otros.
Ya me conoces…decías de mi que era un culo de mal asiento y sigo así. Porque es como te habría gustado, aunque protestabas, porque habrías querido tenerme más tiempo a tu lado, me entendías perfectamente, yo no habría podido cambiar. Lo heredé de ti.
Dicen que el tiempo todo lo cura. Se ve que para mí no ha pasado aún el suficiente. Tiene que ver con que hayas sido tan especial. Con que hayas llenado tantos momentos de mi vida. Con que hayas tenido tanta paciencia conmigo. Con que me hayas entendido y conocido tan bien. Porque una parte importante de lo que soy te lo debo a ti. Porque he tenido la suerte de compartir gran parte de mi vida contigo y porque mientras te siga teniendo presente, vas a estar conmigo. La distancia no hace el olvido y ya soy capaz de volver a hablar de tus múltiples anécdotas, no sólo sin llorar, sino con una sonrisa. Pero aún hay momentos en los que la añoranza es tan fuerte que se convierte en un auténtico dolor físico. Un dolor que no tengo prisa en mitigar porque me hace recordar lo afortunada que fui al tenerte, tener los pies en el suelo y disfrutar cada momento como si fuera el último. Por que cuando voy por la calle y oigo “llalla” no puedo evitar sentir una punzada de dolor en el estómago. Pero estoy aprendiendo a decir a todo el que me escuche que tuve abuela, la mejor que me podría haber tocado. Una mujer con fuerza, energía, valor y principios. Con historia, mucha historia. Así que este triste aniversario sólo quiero que pase pronto y olvidar aquella fatídica noche en la que te vi por última vez. Entenderás la apatía de estos días que a pesar del esfuerzo para disimularlo, a veces es imposible evitar flojear. Ahí es donde encuentro las personas en las que me apoyo para coger impulso y volver a saltar hacia arriba. Como te habría gustado.

4 comentarios:

  1. Sin palabras,k bonito Marta!!!!!! un besazo guapa!!!! estate segura k donde está,ella está orgullosa de ti!!!!!!! y lo más importante,k ella kiere k sigas siendo feliz,x ti,pero tb x ella!!!

    ResponderEliminar
  2. hermana,como me gustaria expresar lo que la echo de menos tan bien como tu lo haces...nunca la olvidare.

    ResponderEliminar
  3. Yolanda, esta tarde cuando he llegado y me he encontrado primero a mi hermano y luego al entrar me he encontrado contigo se me ha formado un nudo en el estómago y me ha provocado daros un abrazo fuerte, fuerte pero no me he atrevido a deciros nada del tema...me ha costado entrar a ver al abuelo...no sabía si iba a ser capaz de aguantar las lágrimas al verlo pero he respirado hondo y ya está. Sé que nunca la olvidaras. Era nuestra "llalla" y este escrito es como si lo hubieras hecho tu. Te quiero hermana!

    ResponderEliminar